Esta semana hablando con una amiga y profesora de marketing digital, Concha Rosano @rosanomarketingdigital, me dijo una frase que estuve dándole vueltas en mi cabeza el resto de la semana hasta esta misma noche. Sus palabras literales fueron: La recomendación que tengo que hacerte es que nunca esto te “coma” tu actividad. Que no te reste tiempo de escribir, sino que sea un complemento, donde ella se refería a esto como todo el tema del marketing y la publicidad en las RRSS. Y aquí estoy compartiendo con vosotros las conclusiones a las que he llegado con estas palabras que considero muy acertadas con su experiencia como profesional de su medio y viendo todo lo que me han pasado esta semana y que confirma que ella tiene razón.
Desde que empezamos hace un años atrás con la tan nombrada pandemia, muchos de los que nos dedicamos a promocionar nuestro trabajo cara al público, hemos tenido que reciclarnos a paso de la legión para alcanzar minimamente a nuestros lectores, con los que nos veíamos, como dirían Celtas Cortos, en los bares algo que ya ahora no es tan sencillo. Esto a supuesto un gran esfuerzo de tiempo e incluso de dinero para desarrollar capacidades, buscar medios y aprender a usarlos y que a veces nos ha despistado del verdadero objetivo para lo que han sido creados y cual es en realidad nuestro objetivo.
Esto viene al caso porque de un año a esta parte todos los días hay eventos, presentaciones, videos, promociones, ofertas y contraofertas para tener nuestros muros de las distintas RRSS llenos de contenido para que seamos visibles cara a esos lectores con los que ya no podemos tener un contacto directo y muchas veces eso nos crea la sensación de ser el conejo de Alicia en el País de las Maravillas, luchando por alcanzar siempre esa presencia en las redes que nos haga alcanzar en el top team del momento y al final todo nuestro esfuerzo lo dirigimos hacia un proyecto que no es lo nuestro. Porque lo nuestro, como bien entendí y acabé sacando como conclusión de las palabras de mi profesora de forma resumida es que: no van a tener más contenido mis RRSS que mis libros.
Y es que creo que podemos llegar al caso de que nos ocurra eso, que saturamos las redes de un intento de ser los mas originales, los que mas público atraemos y al final caemos en que nuestro trabajo real es el que empieza a flojear en contenidos porque hemos gastado toda nuestra fuerza en otro lugar. Es más bonito el papel de regalo que el regalo en sí.
Además, a esto hay que sumarle que tenemos que aprender a decir que no, con lo desagradable que supone eso, ya que, no podemos estar en todas las promociones, en todos los grupos, en todos los eventos, en todas las videoconferencias, no podemos leer o comprar todos los libros que se publican de todos los compañeros ni estar pidiendo a todo el mundo que lea el tuyo. No hay día que no reciba un privado por parte de un autor en el que me pide, con mas o menos disimulo, que lea tal o cual novela o entre en uno u otro club de lectura, algo que agradezco muchísimo porque me encanta la lectura pero es que no me da la vida y me encantaría tener días de 48 horas o incluso más y poder recomendar todos los libros que llegan a mis manos y leo. Y eso que muchos los recomiendo sin más interés por mi parte que el de compartir con lectores como yo la satisfacción de leer un buen trabajo de alguna compañera de letras.
Toda esta reflexión semanal me ha llevado a escribir esta entrada en la que os cuento que, al final, lo importante para mí es mi trabajo como escritora y aunque está muy bien y es muy necesario lo de las redes, no puedo ser engullida por lo digital. Este mundo de las RRSS es un medio, no un fin y si tengo que renunciar a algunas invitaciones no es por nada, si no porque me ha llegado otra antes y trabajo por orden de llegada, como en la cola del supermercado pero sí apunto todas esas invitaciones que me hacen y trato, de una forma u de otra, tenerlas en cuenta para la próxima vez. Porque a fin de cuentas, todos estamos en el mismo carro.