Una pregunta que me encanta es cuando un lector me dice de un personaje: ¿es real, verdad?. Y para mí eso solo significa que el personaje ha llegado hasta el lector como yo quería que lo hiciera. Pero para lograr que los personajes lleguen a los lectores antes me tiene que tocar a mí como escritora en mis sentimientos para que los haga creíbles y eso solo se logra removiendo mi pasión, dolor y mi afecto, entre otros, cuando voy contando su historia, todo para lograr que altere, como yo digo, los higadillos de quien se toma la molestia de acercarse a la novela.
Cuando digo que los personajes duelen es algo literal porque dan muchos dolores de cabeza a la hora de crearlos y a la hora de tener, en algunos, casos que hacerlos desaparecer de la historia. Y cuanto más ahondes en la psicología de ellos, más acabas haciéndolos tuyos y por lo tanto más te duele porque acabas empatizando con sus problemas y sus situaciones. Algo que te ayuda a esa verosimilitud que por lo menos yo quiero darle a los protagonistas y secundarios en mis novelas.
Todos los personajes tienen un tanto por ciento de personas de mi entorno y con ello hago un puzle con lo que así aparece la figura que necesito para mi novela. Tendrán sus manías, sus tic y sus gestos propios que los caracterizarán y ayudará al lector a identificarlos, porque no hay nada mas complejo que tener una novela en las que hay varios y tienes que intentar por todos los medios que sean diferentes y a la vez atraigan al lector y haga que desee saber más de su realidad algo, que me lleva a intentar por todos los medios el lograr acallar la curiosidad que supone para quien se acerque a mi novela de todo lo que quiere saber sobre los personajes.
Por eso tampoco uso lo que en los grupos de escritores de las redes sociales llaman «musas y musos», nunca tengo en la cabeza a ningún actor determinado que pueda cubrir esa faceta de identificarse con algunos de mis protagonistas. Por eso no pongo fotos en mis promociones de personas reales sean o no famosos ni en los libros hago una detallada descripción física de ninguno, siempre suelo ir más hacia la descripción psicológica que lleva al personaje a ser y actuar como la trama nos va mostrando.
Cuando llega el momento de que, por necesidades del guion, tienes que eliminar a un personaje que le tienes cariño y no necesariamente matándolo, pues te duele porque empatizas mucho con su sufrimiento con la idea, sobre todo, de hacerlo verosímil. Hay lectores que no se lo creerán pero puedo garantizarles que si os emocionáis, lloráis, reis con alguna escena de una novela eso ha supuesto que previamente el autor con toda probabilidad se habrá emocionado, llorado y reído exactamente igual a la hora de escribirlo.
Ahora que estoy escribiendo estas letras ya me relajo después de una semana en la que he tenido que tener literalmente dolores de cabeza para lograr que el día que vosotros leáis la novela que estoy a punto de acabar y, que posiblemente, sea mi cuarto trabajo publicado, sintáis todo lo que el personaje ha sentido a lo largo un proceso de despedida. Y creo que lo he conseguido cuando mi oyente 0, como yo la llamo, me dijo que al oír lo que yo le narraba hizo y sintió exactamente lo mismo que el protagonista. Para mí esa es la verdadera satisfacción a la hora de escribir, lo que se llama alcanzar al lector, porque si yo escribo es para evadirme de una realidad que a veces en estos tiempos de pandemia es compleja de soportar y para llevar a mis lectores a unos mundos donde, aunque los personajes también tengan alegrías y tristezas, nos ayude a tener la mente distraída. Y si eso lo consigo ya soy feliz.
Puedo decir por lo que me han contado lectores que una de las cosas, que junto con las tramas, más han gustado es lo minuciosa que soy a la hora de contar los lugares en los que se desarrolla la acción, que es como si estuvieran allí y, además de eso, lo veraz que son esos personajes y algo que es mi puesta en valor a la hora de escribir y, que gracias a las recomendaciones de mi editor, trato de mantener como algo que debo de cuidar en mi estilo de escritura. Sé que todavía me queda mucho camino por delante en aprendizaje y en conocimiento de técnicas para mejorarlo, pero por lo menos tengo claro que camino seguir y me lo planteo como un reto día a día con una clara motivación que me anima a seguir escribiendo.

N de A: La foto que acompaña al texto del blog que es de Airsoft, es una recreación en plan 007 para la promoción del libro. Ese deporte-juego se hace con una equipación adecuada, no se va maquillada, con las uñas pintadas y anillitos. Pero tener un contacto con esta actividad y pasar un día con airsofters me valió para sentir lo que pudieron vivir mis personajes en uno de los rescates.