Obras, viaje

¿Por qué Israel, Escocia o Bosnia?

El día que comencé a hablar de mi libro, como Paco Umbral, una de las cuestiones que se pusieron sobre la mesa fue el porqué desarrollarlo en Israel. Y es algo que todavía muchos de mis lectores me preguntan, ya que es un país muy alejado de donde habitualmente se desarrollan muchas novelas sean thriller o de romántica-erótica, que son los dos géneros en los que me gusta encuadrarme.

Y ahí la respuesta fue sencilla y espontánea, aunque no voy a usar las palabras tan coloquiales que utilicé en su momento, sobre que hacer ciertas cosas en Alpedrete, con todo mi cariño para los habitantes de ese municipio, no tienen para mí tanta emoción como hacerlo en de Tel Aviv, en Inverness o en Mostar. Y allá vamos que nos vamos, que empezamos esta aventura con todos los medios que hoy en día se tienen a mano, que van desde tirar de agenda y contactos a tener abierta la página del Google Earth y recorrerme medio mundo con ella.

Bromas y comentarios aparte, la realidad es que tengo dos motivos. Uno que me viene de pequeña es, una gran curiosidad por conocer lo que estaba más allá de la línea de mi horizonte habitual. Siendo adolescente, tenía la costumbre de enviar cartas a las embajadas y consulados en España, para pedir información sobre países que no conocía y el otro motivo es salir de mi zona de confort que me hace utilizar ciudades o países en los que no tengo experiencia personal de sus lugares conocidos.

Volviendo a las novelas, hoy en día, teniendo como tenemos internet, es bastante sencillo encontrar aquel bar de la esquina que tiene un ambiente hogareño, sabiendo hasta el nombre del camarero y anécdotas del lugar o, donde alojarnos en un valle perdido de un lejano país y hasta ver fotos de su interior.

También es cierto que, a veces, hay que tirar de licencia de autor. Ese caso se me dio en mi primera novela, donde necesitaba un hotel en Tel Aviv con unas características determinadas: tenía que disponer de una recepción con unas escaleras que llevaran a un jardín donde poder celebrar eventos. Como no lo había, me lo tuve que inventar y no darle nombre. Es algo que los autores podemos hacer, pero prefiero no abusar, ya que lo que más le gusta a los lectores es que aquellos lugares que nombro puedan visitarlos porque existen en realidad. Ese tipo de detalle es lo que también le da credibilidad a la novela, sin hacer de la narración una guía de viajes, que tampoco hace falta. Una credibilidad tan alta que ha habido personas que me han preguntado que cuándo he estado, por ejemplo, en Israel.

Todo ese proceso a mí me encanta, porque consigo dos cosas: conocer, si no he estado, países y lugares casi más a fondo que si viajas hasta allí en un paquete turístico y llevar a muchos de mis lectores a lugares que desconocen. Incluso algunos me han comentado, que al leer mis novelas, les ha llamado la atención esas zonas porque desconocían la riqueza y la variedad del país en cuestión.

Con esto se cumple la máxima que un día puse en mis RRSS, «Leer es viajar ligero de equipaje».

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Confianza Ciega

No estábamos muy lejos colocados, en el centro de salón, frente por frente. Pero la distancia entre los dos era abismal. Me recorrió un escalofrío por todo el cuerpo, como si una corriente de aire helada hubiera atravesado el apartamento en ese momento.

Tengo que volver a Israel, pero esta vez no voy sola, Manuel vendrá conmigo. Sé las consecuencias que su presencia pueden acarrear en las relaciones personales que deje allí. Pero ¿en quién puedo confiar? Mi secuestro demostró que hay personas de mi entorno involucradas, incluso puedo sospechar que dentro de la misma embajada hay un topo.
Mi relación con Ari y James parte de cero y no puedo depender de ellos en mi trabajo. No quiero arriesgar sus vidas en una misión que solo me atañe a mí. Tengo que tomar una decisión sobre el vínculo que nos une a los tres y eso me aterra.

Estoy a punto de adentrarme de nuevo en un mundo que aunque no me es desconocido, no deja de ser incierto y peligroso.

Sé que llegaré hasta el final para descubrir la verdad, pero es posible que algunos amigos caigan en el camino. ¿Valdrá la pena el precio que tendré que pagar?

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Siempre Juntos

Debí de quedarme dormida en un punto que no recuerdo. Cuando me desperté ya era de día y estaba en el mismo sofá envuelta en una manta y con un cojín como almohada. A mis pies, estaban mi bolso y el chal, y en el suelo los zapatos bien colocados. Me giré con cuidado. James estaba en el ventanal sujetando una taza.

Un viaje rutinario a Israel y un desvío imprevisto a Beirut, terminó con Myriam, agente del CNI, al borde del desastre: un secuestro y un pago demasiado alto por la liberación la llevarán hasta Tel Aviv. En una de las ciudades más cosmopolitas de Oriente Próximo, vivirá un triángulo de pasión e intriga que interferirá en el desarrollo de su trabajo como agente y pondrá en peligro su vida.

Al adentrarse en un mundo desconocido de relaciones pasionales, también se enfrentará a un pasado que todos suponían superado, pero que volverá con fuerza a sus vidas. Aunque no deseaba formar parte de esa historia, acabará cayendo en espiral de pasión y sexo. Dicen que en el amor y en la guerra todo vale, y Myriam tendrá que comprobar por sí misma cuánta verdad se esconde en esas palabras.

Descubre este viaje lleno de pasión y deseo, en una de las zonas más conflictivas del mundo. Amor, erotismo, pasión e intriga se mezclan en la nueva novela de Gaby Taylor, una nueva voz que viene a cambiar el panorama de la novela erótica con sus historias cargadas de vida y acción. Un thriller erótico que te adentrará en un Israel desconocido y pasional.