¿Gaby escribiendo erótica? Esa ha sido una de las primeras preguntas que, muchas personas de mi entorno, me han hecho de una manera más o menos directa. Es curioso porque si hubiera dicho que escribo thriller, histórica, novela negra e incluso fantasía, no hubiera tenido que dar tantas explicaciones. ¿Por qué hay que justificar continuamente el que un escritor se dedique a la romántica con toques eróticos o que un lector lo lea? ¿Alguien se plantea que haya que justificar el uso de la pastilla de jabón frente al jabón líquido para lavarnos las manos? Parece absurdo tener que hacerlo, tanto como justificar un género literario con respecto a otro.
Y que conste que no vamos a hablar del Romanticismo como movimiento literario propio del siglo XVIII, sino que vamos a centrarnos en la actualidad. Hablaremos de una romántica que desencadena fuertes pasiones en el que ya podemos ponerle el apellido de erótica. Escritos de este tipo los encontramos en el Antiguo Testamento en el «Cantar de los Cantares» y, aún así, parece que la gente se avergüenza de reconocer que lee romántica y erótica y se ningunea al autor que escribe ese tipo de novela.
Esto es como el porno, nadie reconoce que lo ve, pero mueve cantidades millonarias y lo mismo ocurre con el género que hablamos, nadie reconoce leerla. Pero es la que más tirón tiene en una lista de las cinco temáticas literarias más vendidos y, con esa demanda, es lógico que haya muchos autores. Por eso, en mis redes sociales, pregunté el motivo de que algunos personas que se avergüencen de decir que escriben este género o que lo lee y me han llegado unas respuestas muy interesantes. En resumen, venían a justificar que, la erótica que habían leido, era como porno escrito, que muchas novelas carecían de trama y que lo único que cambiaba era el lugar donde tenían sexo o la postura, pero no había más en esas novelas.
Y ¿a qué viene entonces toda esta parrafada? Pues precisamente a eso, a que el problema tal vez esté en que: se centra más en el sexo y se ha olvidado de lo que es la trama, los personajes son planos, que el espacio en donde se desarrolla la trama no va más allá de la ciudad en la que el autor se siente a gusto, porque conoce y los finales están calcados de una novela que, tiempo atrás, llenó páginas de críticas de todos los colores. Aunque, es preciso aclarar que, pese a las criticas, fue una puerta abierta a este género de una forma imparable y, gracias al cual, se han escrito posteriormente una historias muy interesantes.
¿Qué conclusiónes he sacado con mi encuesta? Que hay literatura romántica y erótica para todos los gustos. Que como en cualquier género literario habrá grandes novelas y novelas malísimas porque sean simples, mal escritas y llena de tópicos. Y que como escritora, si quiero sentirme a gusto con mi trabajo, debo seguir mi propia línea sin salirme de las características propias que delimitan el género pero que no tengo obligación de caer en los tópicos que han desvirtuado este tipo de narrativa: acoso, maltratato, celos y manipulación.
En este mundo hay sitio para todos, seamos lectores o escritores.