Opinión

De la ceja de Frida a la barba del Che

Hace tiempo llegó a mis oídos la anécdota de un alumno de historia, que al responder en un examen de forma errónea, alegó en su defensa que lo había leído en una novela de una afamado autor de novela histórica. Surge así un gran problema cuando confundimos la Historia, con mayúscula, con la ficción histórica, sobre todo hoy en día que tenemos millones de fuentes para cotejar esa información. Pero, ¡ay¡ somos perezosos y alegamos cualquier pamplina para mantenernos en nuestras treces, defendiendo lo indefendible.

Ya llevaréis unos segundos pensando qué tiene que ver el título de la entrada de hoy con lo que os estoy contando y ya va siendo hora de centrar vuestra atención. Todo viene al caso porque lo mismo ocurre con estas dos figuras históricas de las cuales no soy fan y, es más, tengo que reconocer que cada vez que veo imágenes de uno y de la otra, se me erizan los pelos de la nuca.

No me puede resultar más contradictorio que ver a alguien con la camiseta con la cara del Che luciéndola con alegría en la marcha del orgullo gay. Año tras año localizó alguna y para mí se ha vuelto como el objetivo a la caza del que no tiene ni zorra idea de la historia. Lucir ese día la imagen de un personaje que se jactaba de pegarle un tiro a los homosexuales y que fomentó los campos de trabajo para reeducarlos y hacerlos personas de provecho, hace que pierda un poco más mi fe en el interés de la humanidad por saber.

Y llegados a este punto ya me toca hablar de Frida Kahlo. De ella me encuentro un amplio conjunto de productos publicitarios para promocionar su figura, unos con más fortuna que otros. Pero el que más me molesta es cuando aparece en el formato de cuento para que las niñas y niños la vean como un ejemplo de mujer ¿empoderada? ¿símbolo del feminismo? Permitidme un lapso para recuperarme de la risa floja, que me acaba de dar, mientras leéis el argumento por el que una editorial decide publicar un cuento sobre Frida.

Contraportada encontrada en internet

No voy a negar la valía de Frida como artista, que destacó en el periodo histórico que le tocó vivir y que incluso hubiera destacado en la actualidad, pero de ahí a ponerla como ejemplo de vida para niñas y niños es mucho rizar el rizo. Yo recomendaría leer con profundidad su biografía ya que seguramente sorprenderá a muchos lectores.

Se habla de la relación de amor y pasión de Frida con el pintor Diego Rivera y de su tormento sobre todo en lo relacionado con su salud, cuando su principal tormento en la vida fue el propio Diego y la relación TOXICA, con mayúsculas, negrita y subrayado si fuera posible, que mantuvieron los dos. La manipulación que ejerció Diego sobre Frida, creando ese falso estereotipo de mujer indígena y que si yo fuera nativa y mexicana se me revolverían las tripas, fue un decorado cara a la galería y para aumentar las ventas de la artista.

Aceptando los consejos de su marido pasa el tiempo vestida como él quiere: de mexicana típica y sin depilarse las cejas ni las axilas. Rivera sabía hacer publicidad con sus productos: los vestidos largos y coloridos, los collares y las cejas cejijuntas forman parte de la imagen característica de Frida. Claro, a ella le gustaba vestirse a la europea pero, igual que la mayoría de las mujeres, por más Frida Kahlo que se sea, renuncia a lo que prefiere para darle el gusto al marido.

https://entretantomagazine.com/2013/03/07/historias-de-pasion-locura-y-muerte-diego-rivera-y-frida-kahlo/

El padre de Frida era alemán y su madre española, aunque el abuelo por parte de madre de Frida si era nativo americano, por lo que por sus venas la cantidad de sangre de habitantes autóctonos de México era mas bien testimonial. Aunque por supuesto considero importante su forma de poner en valor la cultura de su país y sus antepasados. ¿Pero era necesario doblegarse a la manipulación de Rivera? ¿Esa actitud debemos de ponerla como ejemplo sin que pase un filtro?

En su primera infancia la futura artista vivió en un ambiente de bonanza económica, fruto del ejercicio de su padre como joyero de la alta sociedad mexicana de la época y de su labor como fotógrafo. No vamos tampoco a desmerecer su gran afán de superación en donde muchos humanos habrían tirado la toalla, pero no sería el prototipo de mujer de la que hacer recomendaciones como guía y faro o ejemplo para los jóvenes de hoy.

El punto sórdido para mí del tema, se demuestra en frases que se encuentra en algunas de sus biografías que han sido desarrolladas por su familia como: 

Ella manejó una relación pareja en la que los dos tenían los mismos derechos. Entonces al descubrir que Diego le era infiel, pues ella también se lo permitió. Más nunca lo vivió desde una sumisión.

Romeo, nieta de Cristina Khalo

Para mí, sí fue sumisa y dependiente a todos los niveles en lo que se refiere a su vida sentimental. Otra cosa es que pese a sus limitaciones, mantuviera viva su presencia y su obra dentro de los círculos artísticos del momento en su país y por supuesto, nunca voy a discutir su gran aporte artístico a la sociedad de su tiempo y a la actual.

Junto al comentario anterior encontramos otros de su entorno donde se reflejan los verdaderos sentimientos de Frida, debido a las infidelidades de Diego, que contradice lo expuesto en el que se nos trata convencer de que no era una persona sometida:

Diego engañó a Frida con su hermana Cristina. Ante el dolor de la traición por sus dos seres queridos, Frida decidió irse de su casa.

De aquella época Frida dijo: “Han ocurrido dos accidentes en mi vida. Uno es el del tranvía; el otro, es Diego. Diego fue el peor de todos”.

No obstante, un año después se reconciliaron y, aunque la historia cuenta que desde entonces ambos comenzaron a tener múltiples parejas fuera de su relación, se menciona que Frida nunca dejó de sentirse mal por las infidelidades de su marido.

Si ponemos a Frida Kahlo como modelo de mujer para niñas y niños de hoy en día, como artista y mujer que lucho por superar sus limitaciones, tenemos el deber moral, a posteriori, de aclarar que en lo referente a sus amores tóxicos no fue tan buen ejemplo Si no lo hacemos, podemos crearles la visión de una relación normalizada pensando que, como ella consentía, era algo beneficioso cuando no lo es. No podemos coger un modelo humano y sin un filtro encajarlo en la educación y usarlo como referente sin más. Luego no nos extrañe si no se cumplen las expectativas educativas y entre la gente joven hay en la actualidad mas casos de violencia de género o de homofobia de los que debería de haber.

Para mí el Che Guevara no era un buen ejemplo de revolucionario ni Frida un modelo a seguir como mujer feminista y empoderada. Ya cada uno de vosotros que busque, compare y si encuentra algo mejor, que comparta.

De todos modos os dejo unos enlaces como pista para que quién tenga interés en saber más vaya tirando del hilo:

https://www.libertaddigital.com/cultura/historia/2017-10-09/che-guevara-la-fria-maquina-de-matar-que-odiaba-a-los-negros-y-los-homosexuales-1276607234/

https://de10.com.mx/parejas/2018/07/06/la-enfermiza-y-destructiva-relacion-de-frida-kahlo-y-diego-rivera

Opinión

Lo que nunca se dice de los bestsellers

El sueño de muchos autores es ser bestseller, o dicho de otra forma ser número uno en ventas, y muchos más quieren saber el truco para llegar a estar en ese puesto en el ranking y de una forma permanente.

Dice la teoría que es más fácil que te caiga un rayo a que te toque la lotería y me da la sensación de que casi es más fácil ser bestseller que mantenerse en ese espacio durante mucho tiempo. Lograr ese puesto y permanecer en él es estar prácticamente al nivel de los dioses del Olimpo, aunque por supuesto, siempre por debajo del gran padre Zeus.

Hay varios métodos por parte de los autores, unos más espurios que otros, para alcanzar este puesto de primus inter pares aunque aquí lo difícil es permanecer ahí sin que te apeen de una colleja.

Entre las fórmulas está lo de escribir muchos libros, algo que he observado como hábito en algunos autores que incluso publican varios en el mismo año, y ver si la flauta suena por casualidad. Otra de las fórmulas que se utiliza es la siguiente, que está muy en boga en la descarga digital de Amazon, y que cito y copio textualmente:

Para ser un Best Seller en Amazon debes conseguir por lo menos 100 descargas  en 1 hora (si estás vendiendo tu libro en Amazon.es 200 descargas en una hora ya que el mercado  Español es mucho más competido que el internacional mismo en intensidad de ventas). Si logras esto Serás BEST SELLER por lo menos por unas horas!

No sé si me llama más la atención lo de entre 100 y/o 200 descargas en una hora dependiendo del país o lo de logras ser best seller por lo menos unas horas. Mi abuela hubiera dicho que no se conforma quien no quiere. Y eso que es vox populi que la mayoría de los que lo descargan así, como al peso, no lo leen al final y, por supuesto, ni lo comentan, a lo que además hay que añadir la poca proyección que en realidad eso tiene, como bien dice el autor de esta idea mas abajo y vuelvo a citar tal cual lo escribió en su día:

IMPORTANTE: AMAZON NUNCA TE INDICARÁ QUE ERES BEST SELLER!!! No te quedes esperando, toma capturas de pantallas de tu puesto y luego ingresa a la categoría en la que estás primero para también capturarlo. Ser Best Seller tiene muchos beneficios profesionales derivados del logro, pero muy pocos en la tienda más allá de que Amazon comience a darte un poco más de exposición de la regular.

¿Beneficios profesionales derivados del logro?, ¿en serio? Pienso que mucha gente ha perdido el norte con respeto a lo que es ser número 1 en ventas y anda muy perdido.

Tenemos autores que han alcanzado este ansiado puesto con un solo libro en su vida y no han escrito nada más, tenemos también autores que tras escribir algunos libros logran llamar la atención y dan lo que vulgarmente se llama el pelotazo y hay quien logra el ansiado puesto prácticamente con el primer libro y muere de tanto éxito porque en realidad han hecho un Milli Vanilli.

Para aquellas personas que no tienen una edad se lo explico; Milli Vanilli eran un duo musical que de la noche a la mañana pasaron de estar en la calle, a ser número 1 en las listas y ganar un Grammy. Pero claro, comenzó la gran exposición mediática y se les pilló con todo el equipo.

Momento en el que los cantantes Milli Vanilli anunciaron que devolvían el Grammy

El exitoso dúo no cantaba ni bajo la ducha. Ellos ponían la cara y otros ponían la voz y una cosa es el playback y otra ese paso más allá.

Pues algo parecido podemos ver en el mundo de la literatura con la autora de 50 sombras de Grey, que ha sacado una segunda historia titulada Mister (2019) que de momento debía tener a estas alturas una segunda parte, y que no sabemos nada de esa segunda parte, pero ni en proyecto. Se ha limitado a seguir ordeñando la vaca de Grey y en el 2021 ha sacado Liberado, otra continuación más. Y me perdonáis los fans de esta saga, que yo he leído y que recomiendo que se lea, para bien o para mal, pero solo nos falta una versión contada por alguna mascota de la familia. Y os prometo que como buena buscadora he buceado en la información y no he encontrado nada diferente de esta autora, si alguien sabe, estoy abierta a que me lo cuente. Muchos me diréis, bueno pero ha ganado millones. Pues lo mismo no tantos. Primero porque solo se lleva el 10% y aunque cobre los derechos por las películas al final va a ser la última en el reparto. Por supuesto, si ella es así feliz y además es a lo que aspiraba, entonces no hay nada de lo que hablar. Aunque tened por seguro que su caso es uno entre millones, que ella no escribió el libro que nosotros hemos leído y que ella es en realidad la imagen o soporte de un bestseller hecho en el horno de una editorial que tuvo un estupendo ojo clínico. Y sí, sé que su novela era un fanfic de Crepúsculo. La ventaja, que gracias a esos bollos industriales las editoriales buenas y serias ganan dinero que luego invierten en otros autores que son más de segunda línea (llamadme ilusa o romántica, pero algún caso de estos conozco también)

Os adjunto un interesante artículo sobre este mismo tema.

https://www.todoliteratura.es/noticia/52838/firma-invitada/best-sellers-como-churros.html

Ahora que también ha habido autores que han sido número uno y éxito con una sola novela y por circunstancias de la vida no han vuelto a escribir más pero han pasado a la posteridad; y espero que sus herederos (si los tienen) disfruten del trabajo que realizaron en su día.

Emily Brontë. Su novela ‘Cumbres borrascosas‘ es un clásico de la literatura anglosajona a pesar de que inicialmente, debido a su innovadora estructura, desconcertó a los críticos. La salud de Emily fue siempre muy delicada. Murió el 19 de diciembre de 1848 de tuberculosis a la temprana edad de 30 años.

Margaret Mitchell, nació y murió en Atlanta (1900-1949), ciudad que influiría en su única obra: ‘Lo que el viento se llevó‘ (premio Pulitzer en 1937), una de las novelas más populares de la primera mitad del siglo XX y tan exitosa, que tan solo dos años después Victor Fleming se encargó de realizar su adaptación cinematográfica, con las dos grandes estrellas del momento, Vivien Leigh y Clark Gable como Escarlata O´Hara  y Rhett Butler, respectivamente.

Matar a un ruiseñor‘ fue la novela que catapultó a la fama a Harper Lee. Publicada en 1960, tuvo un éxito inesperado e instantáneo. Gano el Premio Pulitzer en 1961. Con el tiempo se ha convertido en un clásico de la literatura estadounidense.

Un árbol crece en Brooklyn‘, de Betty Smith. Una de las obras maestras de la literatura del siglo XX, el retrato inolvidable del sueño americano de millones de inmigrantes.

E incluso tenemos a un premio nobel.

Doctor Zhivago‘, de Boris Pasternak. Autor de poesía, esta fue su única novela. Publicada por primera vez en Italia, en 1957, con esta novela épica, el escritor ruso se haría con el premio Nobel de Literatura un año más tarde.

Cada autor sabe por qué escribe y cual es su ambición. Todas las motivaciones son válidas siempre y cuando no entorpezcan el camino de otros autores, pero llamar best seller a tener 200 descargas digitales entre familiares, amigos y vecinos no es estar en el número 1 de ventas, pero si así se es feliz, ¿quién soy yo para negárselo?

De momento disfrutemos de las vacaciones y no le hagáis mucho caso a mis entradas, que a fin de cuentas solo tienen el fin de entretener.

Opinión

Miedo al erotismo

Desgraciadamente, los libros con contenido sexual siguen rodeados de estereotipos que los califican de vulgares, explícitos, ordinarios o simples. Lo malo es que este discurso lo encuentro en mujeres que tienen entre su lucha del día a día el empoderamiento femenino, aunque siguen rehuyendo de un empoderamiento sexual real. De hecho, es habitual detectar miradas impertinentes cuando una persona pasea por la sección erótica de una librería, como si estuviese cometiendo un crimen, incluso tildando a la lectora o escritora de este género de «reprimida». Junto a esto, sigo escuchando opiniones sobre el supuesto uso vulgar del lenguaje y tal vez por eso nos encontramos con los eufemismos típicos del gremio, donde se tiende a decir «braguitas» en vez de bragas, como si fuera algo que tuviera necesidad de mejorarse y hacerlo más «delicado» al oído. Y como añadido a todo este compendio de despropósitos, vemos el sufrimiento que pasan algunos autores, si tienen que nombrar partes del cuerpo implicadas en la sexualidad, donde boca y pie es normal pero pene o polla ya es considerado vulgar y aparece el término «miembro». Un término con el que la imagen que me viene a la cabeza es la del integrante de una organizaciónasociación o entidad a los que también se denominan de tal forma. Eso me lleva a pensar que, si estamos a ese nivel de escrúpulos, va a ser complicado hacer entender a muchos lectores que la literatura romántico y/o erótica es tan útil como un buen recetario de cocina. No hay nada como leer historias de cama para aumentar la libido, dar ideas, ayudar a exorcizar fantasmas o cambiar por completo nuestra vida sexual. Por supuesto no es obligatorio tener una buena vida sexual, igual que hay gente que no sabe cocinar y se atiborra de platos precocinados, con las consecuencias finales que conlleva este tipo de actitudes. Posiblemente habrá quien piense que no es lo mismo y, tal vez, cuando finalice mi entrada, empieza a pensar que hay similitudes.

Es una lástima saber que hay lectores que tienen ese pobre concepto de este género literario cuando, incluso, reputadas revistas médicas recomiendan la lectura de este tipo de narrativa como forma de mejorar nuestra vida sexual, ya sea solos o en pareja, y que no solo mejora la calidad de este aspecto de nuestra vida, sino que también mejora el nivel de endorfinas de forma natural, con lo que huimos de la tan temida depresión.

Obviamente, respeto a aquella persona que diga que no le gusta esta literatura, como las hay que no les gusta la comida asiática, pero no por ello califico de una manera negativa a aquellos que disfrutan tanto de leer libros eróticos como degustando un buen Ramen. Ahora os voy a justificar lo que especialistas dicen sobre la literatura erótica y sus beneficios.

Con el ritmo de vida frenético en nuestro día a día, el estrés puede tener consecuencias en nuestro organismo como la disminución del deseo sexual, según explican los expertos de Myhixel, una compañía especializada en el bienestar sexual. Ante este problema, un buen remedio puede ser la lectura, ya que disminuye la presión arterial, reduce el ritmo cardiaco y el estrés, según la Fundación Mundial para la Alfabetización. Esta mejora de la salud puede venir acompañada de un aumento de la libido si lo que se lee es literatura erótica, ya sea solos o en pareja.

Permiten explorar la sexualidad propia

La lectura de un libro erótico puede ser muy estimulante. Va más allá de la simple pornografía a través de las pantallas, que puede llegar a causar adicción, y suponen un espacio de libertad para explorar e imaginar fantasías sexuales que amplíen la visión del sexo de una persona y le ayuden a descubrir nuevas formas de excitarse. Se pueden hacer un resumen de los tres beneficios más claros:

Pueden mejorar la relación sexual con la pareja

Leer novelas eróticas puede ayudarte a descubrir que es lo que más te gusta del sexo y es una buena forma de comunicarse en este sentido con la pareja, con la que se puede compartir la lectura. A veces la comunicación directa cuesta más, pero a través de una lectura común se puede empatizar con los deseos más profundos del otro. También puede servir para hacer recreaciones durante las relaciones sexuales.

Ayudan a aumentar la libido

En ocasiones de nuestra vida pasamos etapas con menos deseo sexual. En estas circunstancias, a veces tener relaciones sexuales puede llegar a ser contraproducente. Una buena forma de introducirse de nuevo en el sexo y tener un acercamiento más sencillo puede ser a través de la lectura de libros eróticos, que nos ayudan a aumentar la libido dentro de lo que podría llamarse una zona de confort.

Es una buena manera de relajarse y olvidarse del estrés

Leer una buena novela erótica y dejarse llevar puede ser un estupendo ejercicio para liberar tensiones y desestresarse. La excitación tiene un efecto muy gratificante para el organismo y es la precursora del disfrute sexual y del orgasmo. Bien sea sólo o en compañía, es una buena forma de relajarse al final de la jornada o durante un momento de tranquilidad.

Un ejemplo lo tenemos en 50 sombras de Grey, que pese a tener muchos detractores que piensan que tiene un valor literario muy mediocre y ser criticado de forma sistemática, tenemos a otros que defienden la labor didáctica que este libro ha ejercido en la vida sexual de muchas mujeres, sus principales lectoras (lo que no se dice tanto es que se han beneficiado muchos hombres de ello, así como de otras lecturas eróticas). Según un informe que elaboró la consultora TNS en España, el 60% de las encuestadas afirmó haber aprendido cosas nuevas, para el 35% hubo un antes y un después en su vida erótica, el 33% aumentó la frecuencia de sus relaciones, el 44% probó posturas nuevas y el 29% empezó a utilizar algún juguete sexual. Aunque odio los términos que se han usado como: Es porno para mamás, porque, para mí, ese comentario sobra. Parte de la premisa de que el erotismo es lo mismo que el porno e indica que las mujeres a partir de una edad tienen como función exclusiva la de ser mamás (tetas para dar de mamar y delantal para cocinar magdalenas) cuando es un hecho bastante alejado de la realidad, pero del que no se habla con facilidad. Volvemos al inicio del texto. Buscamos el empoderamiento pero seguimos admitiendo términos inadecuados para una vida sexual sana, permitimos que siga existiendo el tabú a una vida sexual adecuada. Entendemos calidad de vida en cuanto a la alimentación, el ejercicio o la cantidad de sueño adecuado, pero en cuanto hablamos de sexo empezamos a reprimirnos, como si fuera algo malo y eso engloba a la literatura erótica.

Una actividad que es placentera (además no engorda), que nos evita tener que gastarnos dinero en medicina y en libros de autoayuda, pero descartamos esta ocupación. Que conste que, este último género nombrado, merece mi respeto pero a veces cuando acude a la lectura de estos libros es porque nos hemos saltado pasos previos, para mejorar nuestra calidad de vida, pasos que son mucho más sencillos y gratificantes.

Igual que nos esmeramos si tenemos invitados en casa creando un ambiente agradable lo mismo hay que aplicarse y dedicar tiempo al deseo si queremos cultivarlo, y la literatura erótica puede ser una herramienta muy adecuada, sobre todo para las mujeres que tenemos un erotismo más elaborado.

Recientemente se ha descubierto que leer libros del género erótico puede ser la mejor terapia para evitar el deterioro cognitivo que, inevitablemente, llega con los años. El psiquiatra Rafael Alarcón, coordinador de la sección de Gerontopsiquiatría de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL), comentó en el V Congreso Panamericano de Gerontología y Geriatría, que “la lectura de textos eróticos tiene la capacidad de despertar emociones. Para eso, se utilizan funciones intelectuales como la memoria, la atención, la concentración, la capacidad de pensamiento simbólico y la imaginación. A través de la lectura, los mayores se dan cuenta de que siguen existiendo, sintiendo y deseando”. Incluso llega a eliminar el uso de los antidepresivos. Pero siempre llega el típico sabiondo que reniega de la existencia de relaciones sexuales entre las personas mayores.

Henry Miller, dijo en una ocasión que “el sexo es una de las nueve razones para la reencarnación. Las otras ocho no son importantes

La gran pregunta que os lanzo: ¿vais a esperar hasta estar jubilados con 65 años, o más, para probar los beneficios de la literatura erótica?

Opinión, sentimientos

La crudeza del relato: Desde Bosnia a Ucrania, entre Srebrenica y Mariupol

A veces los escritores nos encontramos con dificultades a la hora de rellenar nuestras páginas en blanco, dejando aparte el bloqueo del escritor, hay a quien se le resiste la sinopsis, otros lo sufren a la hora de encontrar un título e incluso las portadas tienen su miga hasta que los autores encontramos una adecuada. Hay escritores que les temen, como un dolor de cabeza, a las escenas románticas o eróticas y otros a las de acción. Todos tenemos nuestras piedras de toque a la hora de plasmar lo que queremos expresar con nuestras pluma para que llegue de forma adecuada al lector. Y hoy os voy a hablar de que es lo que a mí me cuesta y que está relacionado con el título.

Supongo que lo primero que os habréis preguntado es que a qué me refiero cuando hablo de la crudeza del relato y esto vienen a colación a cuál es el límite, y si existe este límite, a la hora de plasmas hechos que para algunos lectores pueden ser desagradables. Cuando un autor se molesta en buscar documentación para hacer creíbles aquellas cosas que narra, a veces, choca con realidades que intuía y descubre que además de ser reales son bastante crueles y crudas. Y es aquí cuando me salta la inquietud de si narrar los hechos tal como sé que han sucedido o maquillarlos para que el estómago del lector no sufra un sobresalto a la hora de leerlo. Pero eso son dudas propias del escritor y que normalmente cuando acabamos de asumir ese pensamiento, o incluso verbalizarlo, ya estamos descartando esa posible autocensura que no nos beneficia. Además siempre tengo dos máximas en mi trabajo, una dicha por mi editor; vuelca todo lo que quieras decir que para modificarlo siempre estás a tiempo y la otra es que; escribo para mí por lo tanto plasmo lo que quiero, expresándolo con la crudeza que considere necesario.

Todo esto viene a colación porque cuando te planteas escribir una nueva novela en la que quieres tocar un género como el bélico, aunque sea como telón de fondo de la trama, hay hechos y acciones que no puedes maquillar si quieres hacer la novela creíble sobre todo si son hechos que cualquier persona, interesada en el tema, puede consultar en internet y tener todos los datos de la situación vivida durante esa guerra.

Ahora mismo me encuentro en plena corrección de mi cuarta novela que se mueve en diversos escenarios que van desde España, a las repúblicas de los Balcanes, Gran Bretaña, Italia y Suiza entre otras localizaciones. Y durante el periodo que nuestro protagonista se encuentra en la antigua Yugoslavia es justo durante los años en los que el contingente militar español estuvo allí desarrollando la labor de ayuda humanitaria hacia la población civil. Junto a esto tuvo que enfrentarse a tareas d contención de las diversas situaciones bélicas en las que se encontraron, donde muchas veces pese a ser meros espectadores no dejaron de participar activamente en hechos en los que tanto militares, como cooperantes y sobre todo población civil sufrió los embates de la guerra de los Balcanes.

Cuando los protagonistas de una novela viven en un periodo histórico de este calibre en su propias carnes no puedes obviarlos ya que, por mucho que la intensidad de los personajes pueda dar pie a ello porque estén muy bien perfilados, no se puede diluir la realidad imperante en ese momento de la Historia como si no existiera porque no seria creíble ni la actitud de los personajes ni sus respuestas ni el nudo de la historia. Todo lo que ocurra en el escenario donde el personaje realice su actividad vital supone que le va a influir y eso el lector debe de conocerlo porque sino no entenderá la forma de actuar de los actores de la narración.

Igual que se dice que somos lo que comemos, también somos lo que vivimos porque nos nutrimos de las experiencias vitales y eso hay que plasmarlo en nuestras novelas con el nivel de crudeza que decidamos porque el dramatismo es algo que también está presente en la vida real por lo tanto lo estará en la vida de los personajes de nuestros libros. Os pongo a continuación una ejemplo de mi próxima novela para ilustrar lo que me refiero:

Durante el camino recé pidiendo que se salvara la vida de la mujer porque había visto ya demasiadas muertes y tenía que compensar salvando alguna. Ella estaba muy débil con la pérdida de sangre que había manchado todo mi pantalón y el olor a hierro impregnaba el reducido espacio del camión. ¿Cuánta sangre puede perder lentamente un ser humano antes de morir? Cuando llegamos a Dubrovnik estaba preparado el helicóptero y les entregué la mujer a los sanitarios que la aseguraron a la camilla. Tras ese momento me agarré a la caja del camión al que debería de volver a subirme y antes de hacerlo vomité. Justo en ese instante despegó el helicóptero.

—¿Estás bien? —me preguntó Rafa, mientras me limpiaba la boca con el dorso de la mano y ponerme derecho.

—No, pero da igual. Vámonos. Hay que dejar al resto de mujeres en un lugar seguro y están muy nerviosas.

—¿Algo de la sangre es tuya? —me volvió a preguntar mirando esta vez mis manos y mi ropa empapada.

—Ninguna, no estoy herido —le respondí subiendo al vehículo.

Fragmento escrito por la autora Gaby Taylor

Este tipo de situaciones da pie a que los protagonistas se hagan preguntas:

—¿Cómo vives con la muerte de Karlos? —le pregunté de sopetón.

—No vivo, Manuel, convivo. Ocupa un espacio como otras muchas cosas de mi vida, unas de las que no me siento orgulloso y otras de las que sí. Pero no dejo que, lo que tuve que hacer para salvar vidas, me domine y pueda hacerme olvidar quien soy.

Fragmento escrito por la autora Gaby Taylor

Y que la respuesta a veces sea muy dolorosa:

—¡Maldita sea! ¡Me ha gustado matar al traficante!¡Habría matado al sargento sino llega el capitán! ¡Cogería mi arma y mataría a muchos sin compasión! ¡CASI ODIO BEBER VINO PORQUE CREO QUE ME HUELE A SANGRE! —grité—, ¡¿En qué me convierte eso!?¡¿Quién soy si disfruto matando!?—. Estaba fuera de mí.

—Te conviertes en un ser humano, con sus defectos, sus virtudes y sus miedos

Fragmento escrito por la autora Gaby Taylor

Aquí os dejo tres ejemplos sobre como suelo plasmar a veces los hechos de forma cruda para que luego, al continuar narrando la forma de responder que tengan los protagonistas, el lector entienda la motivación que tiene. No es la escena más cruda que he escrito, pero tampoco os lo puedo poner aquí todo, solo os dejo estos breves fragmentos para ir abriendo boca y para que no sea mucho spolier. Espero que os guste la forma de plasmarlos.

Lamentablemente, como hemos visto estas semanas, este tipo de hechos están a la orden del día y de ahí la segunda parte de mi encabezamiento donde nombro ciudades que sufrieron y sufren la devastación de la guerra con todas las consecuencias negativas que supone para la población. Espero que, pronto, situaciones como estas solo sean leídas en la ficción y no en la prensa.

Opinión

Erótica y Pornografía. ¿Dos caras de la misma moneda?

Empezaremos por lo más básico que es buscar la definición en internet de qué se considera que es cada término. Porque me interesa que primero se sepa, para quién lo desconoce, a que equivalen ambas palabras pero no como algo que diga yo, como si me lo hubiera sacado de la manga, sino unos significados avalados por quien ya antes que yo ha trabajado con ambos términos. Aquí no vale eso de «para mí la erótica o el porno es…»

Una de las definiciones que más me ha gustado ha sido de Sarane Alexandrian un filósofo, ensayista y crítico de arte francés autor del ensayo Historia de la literatura erótica que se publicó en 1989, poco antes de morir y que en España tuvimos la suerte de que se tradujo y publicó en 1990.

Alexandrian declara que la pornografía es la descripción pura y simple de los placeres carnales; el erotismo es la misma descripción revalorizada en función de una idea del amor. El erotismo es todo aquello que torna la carne deseable, la muestra en su esplendor, inspira una impresión de salud, de belleza; la obscenidad de la pornografía devalúa la carne y la asocia con suciedad. Aunque por supuesto, añado yo, esta simplificación de ambos términos es una forma de delimitar la temática que se quiere tratar, pero como ya sabéis no todo en la vida es blanco o negro, mas bien hay que destacar que todo será según el color del cristal con el que se mire.

Aquí no hablaremos de gustos sino más bien de represiones y conocimiento o falta de él. ¿Y por qué uso los términos represión y conocimiento? Pues porque de todos es sabido que para lo que unos será erotismo para otros lectores será pornografía. Pongo un ejemplo que he vivido no hace poco hablando sobre un juguete sexual (véase que su nombre no es juguete pornográfico). La persona en cuestión a la que se le hablaba de este juguete lo consideraba una guarrería porque no iba a sustituir a su pareja por «eso en la cama». Y hablamos de una persona de una treintena de años, en este caso seguramente mi madre con ochenta tiene una mente más abierta. Por lo tanto, ni que decir tiene que su criterio para distinguir entre erótico y pornográfico estaba bastante afectado por su falta de conocimiento, una lástima.

Se dice que el erotismo viene del juego amoroso que puede existir entre dos personas de acuerdo con sus gustos, formación, preferencias, intereses, para lograr satisfacción erótica plena, y está lejos del acto sexual burdo y directo. Y que la pornografía se refiere a imágenes sexuales explícitas en medios: periódicos, revistas, televisión, cine, sitios de internet y que está muy vinculada con la venta de sexo. Pero también hay quien considera que lo obsceno no se encuentra en sí mismo en el material, sino que está en la mente del otro; por lo que al analizar diferentes imágenes que podrían ser catalogadas como pornográficas o eróticas tendría que analizarse también la carga social de la persona, como también su moralidad, y a decir verdad todo su aspecto cultural. Y ya os he demostrado con respecto a lo del tema del juguete sexual lo que algunas personas llegan a pensar de ellos y ahí si que considero que su umbral de conocimiento del tema es muy bajito.

Una frase que me tal vez lo define de una forma mucho más breve pero claro es:

«La diferencia entre pornografía y erotismo, es la cantidad de luz sobre los cuerpos.

Gloria Leonard (1940-2014), actriz porno y editora para la revista estadounidense High Society

El pobre dios Eros, de la mitología griega, nunca supuso que lo denigrarían tanto cuando a lo erótico se le fue quitando la magia. Eros, hijo de Afrodita, de Ares, de Iris o del propio Zeus (eterna conjetura), era sólo un niño alado y desnudo que se divertía disparando sus flechas de dulce veneno, para encender de amor los corazones de los seres humanos, sin importarle edades ni sexos. La pornografía, también de etimología griega, sufrió parecidas deformaciones de su sentido originario. Porque pornee , equivale a prostituta, y graphein , a escribir. Pornografía se refiere, entonces, según entresacamos de ambos términos a un escrito sobre prostitución. Lo erótico parte del amor entre dos personas. La pornografía alude al sexo, no al amor, y suele ejercerla una sola persona. Tal vez el desconocimiento del origen de ambas palabras es lo que ayuda a tanta confusión. Y espero que de algo haya valido mi humilde aportación, y para premiar vuestra paciencia os voy a poner un fragmento de una escena que yo considero erótica pero que puede que muchos piensen que es pornográfica. Porque a fin de cuentas ambas palabras en ciertos contextos no tienen muchas diferencias ya que el deseo por el otro a veces se enmarca y camufla de sentimientos amorosos lo que no deja de ser a fin de cuentas una fuerte atracción sexual. No siempre sexo va de la mano del amor, al igual que el comer unas veces es placer pero la gran mayoría de las veces que comemos es por necesidad. Esta ha sido una de las escenas que más trabajo me ha costado escribir pero no os voy a dar pistas. Ahí os lo dejo ya vosotros diréis si es erótico o no.

Esta vez su cuerpo se ciñó al mío y pude sentir todo su deseo. Me giré para mirarle a los ojos. Nuestros rostros estaban separados por pocos centímetros. Un escalofrío me recorrió de nuevo. Quería ser frío, no sentir, pero era tan sencillo dejarse llevar por alguien que te amaba sin condiciones, por alguien que te lo daba todo solo por un poco de atención. Una trampa en la que era muy sencillo caer. No hacían falta más palabras cuando sus labios recorriendo mi pecho, bajaron hasta la cintura y apartó con la mano la toalla, esos gestos lo decían todo. Mi respiración empezó a agitarse como la suya. Sus labios, su boca, su lengua tenían una habilidad innata que me estremecían y cuando empezaba yo me dejaba llevar haciendo que mi mente se pusiera en blanco para disfrutar solo de sus caricias. Quería gozar, dejar que mis sentidos se llenaran de la erótica intencionalidad con la que me complacía. Pero llegado a un punto, yo sabía lo que él deseaba. Luci me quería a mí, buscaba mi entrega junto con mi cuerpo. Se movió apoyando sus manos en la encimera cuando ya hacía rato que su toalla, como la mía, estaba en el suelo y nada de ropa separaba nuestros cuerpos. Me puse detrás de él y le rocé la espalda con yema de mis dedos; un tenue gemido llegó a mis oídos. Una de mis manos rodeó su cintura mimando, poco a poco, cada centímetro de su cuerpo, animándole a que alcanzara ese punto de no retorno y de éxtasis que tanto deseaba que yo le hiciera alcanzar. Con delicadeza lo acaricié donde más le gustaba, amoldé mi mano a su cuerpo buscando su satisfacción. Él se movió, encontrando ese acomodo para pedir más. Su cuerpo se agitaba al ritmo que le marcaba, se respiración se acompasaba con la mía. Jadeábamos juntos, gemíamos a la par. Estaba preparado para acoger lo que quería y con la pasión que demandaba y yo estaba dispuesto a dárselo.

Seguí acariciándolo, jugando, disfrutando de su deseo tan transparente para mí como la mirada de sus ojos. Una de sus manos se mantuvo apoyada con fuerza en la encimera, la otra buscó mi mano ya libre y sus dedos se entrelazaron de nuevo con los míos, colocando nuestras palmas a la altura de su corazón. Sus latidos eran potentes como nuestros jadeos y así llegamos juntos al culmen, temblando de forma desmadejada e involuntaria hasta el final. Nuestras respiraciones se fueron calmando, pero permanecimos juntos, abrazados, oyendo el latir como un potente eco por todas nuestras fibras. Cuando nos separamos, Luci se giró, y sus dedos jugaron con uno de mis rebeldes mechones.

—Eres demasiado bueno —susurró.

(Fragmento de la próxima novela de la autora Gaby Taylor)

Opinión

Entrevistando a una gran lectora: @unarosaentulibrería

Hoy nos acercamos a otra lectora, Sarai, en esta segunda entrevista a lectoras, que se desarrollarán en mi blog. Tras bastante y buenos ratos de conversación la primera cuestión, con la que iniciaríamos la charla sería, ¿cómo surgió el nombre con el que se te conoce en las redes? Ya que descubrí que, tras la librería, no hay una rosa si no dos y eso es algo interesante para comenzar este diálogo como pregunta de inicio.


La verdad es que este no fue el nombre con el que abrimos la cuenta, como sabes detrás de @Unarosaentulibrería somos dos, Patricia y yo (Sarai). Patricia es mi cuñada pero no es la compañera que vosotros conocéis como @Antonella_en_letras, que casualmente tiene también el nombre de Patricia.
Bien. Cuando empezamos, nos pareció una idea genial hacer un «mix» con los nombres de nuestros autores preferidos, Shakespeare y Lorca, el resultado fue Shaklor. Y sí, rápidamente vimos que ese nombre aparte de recordar a una famosa cantante… ¡Era horrible! Fue entonces que buscamos algo que nos representara y vinculara un poco más directamente a la literatura. Y ahí  surgió lo de mezclar rosas con libros, porque el vino quizá era demasiado.

Pues mira esa opción no hubiera estado mal, porque uno de los maridajes que más me gustan es el de los libros y los vinos, pero eso ya lo he comentado en otra entrada. Ahora vamos a los hechos interesantes de tu día a día, ¿siempre te ha gustado leer o es algo que ahora haces más a menudo gracias a los libros electrónicos?


Estudié filología y amo la palabra escrita.  Ese amor lo llevo en las venas desde que nací. He de reconocer que gracias a mi profesor de Lengua y Literatura, Esteban Martínez, ese  sentimiento creció y floreció hasta convertir las palabras en una forma de vida.
Respecto a los libros electrónicos, puedo decir que me ayudan a acercarme a nuevos autores, pero si el libro me gusta, tenerlo en papel es casi una necesidad.

Me imagino que eres de las personas que hasta te influye en el ánimo ese olor tan peculiar que tienen los libros, aunque a mí me marea un poco entrar en una librería porque los quiero todos y no sé por donde empezar, por lo que entiendo ese amor que tienes por los libros. Y volviendo a nuestra conversación, ¿tienes algún género que te guste más? ¿Cuál es? ¿Qué género nunca te has leído y no tienes intención de hscerlo?


La poesía. Siempre será mi motor literario, mi medio inmediato, allí donde refugiarme. Ya lo decía Lorca «La poesía no quiere adeptos, quiere amantes». Así es mi relación con ella.
Así mismo, me gusta leer thriller, romántica, disfruto mucho con la erótica…
No reniego de ningún género pero, sí es cierto que, no me siento cómoda con las distopías, especialmente aquellas que hablan de un mundo mecanizado y el triunfo de las máquinas. Aunque, si me la cuentas con un vocabulario cuidado, quizá caiga a tus pies.

Es cierto que dependemos mucho de la pluma que haya detrás de la historia. Una cosa que me interesa es el origen de las cosas, para eso soy analista y creo que todo tiene una causa y da lugar a un efecto. Así mi siguiente cuestión es, ¿qué te motivó a opinar sobre lo que lees y subirlo a las redes sociales?


Llegamos a las redes en plena pandemia, buscando pasar tiempo, aislarnos de la realidad, ilusionarnos con algo que, ya antes, nos llenaba el corazón.

Pero claro, el entrar en el mundo de los lectores, escritores y bookstagrammers supone hacerlo en un mundo complejo donde, es posible que, expresar tu opinión conlleve choques con otras personas que no opinan lo mismo que tú. ¿Qué es lo que más te gusta de tu contactos con otros lectores y escritores? ¿Qué es lo que menos te gusta de esa relación directa con lectores y escritores?


Siempre es agradable compartir opiniones, puntos de vista y conocimientos. Eso ya es una agradable ventaja que tiene el estar en Instagram.
Más allá de eso, he tenido la suerte de conocer a gente maravillosa. Autores increíbles, de trato cercano, amable, siempre dispuestos a escuchar tu opinión, a contarte secretos en la creación de su obra, sus manías al escribir, y eso para mi vena cotilla es genial.
Conocer lectores, con gustos afines, con los que pasar horas comentando un párrafo, con quien bromear y que entienda por donde vas. Y como no, coincidir con mis opinionistas, crear el Sindicato, tener el descaro de inventarnos hasta una palabra, esto simplemente ha sido un regalo.
La parte fea, pues existe, pero es mejor ignorarla, simplemente diré que no hay más ciego que el que no quiere ver, y no hay más tonto que el que pisa la mano que le tiende ayuda.

Mi abuela diría que: el infierno está empedrado de desagradecidos. Reflexiónando he pensado que el mostrar tu opinión, cara al público, habrá supuesto situaciones de todo tipo en tu relación con los escritores y otros lectores, ¿qué anécdota curiosa has vivido al relacionarte con los autores tan mano a mano?


Tengo unas cuantas, pero son inconfesables a la par que maravillosas, pero te cuento una de las más entrañables. Hicimos unos Rosilleos a Mara, de Lourdes Tello. Al decirme Mara, yo con toda la ignorancia del mundo, le solté pues cuando puedas me pasas una foto de la chica, a lo que Lourdes me dijo, Mara es un chico, y madre mía qué chico!!! Ahora me río, pero entonces no sabía dónde meterme. Con Lourdes ya me disculpé, sigo esperando coincidir con Mara para hacerlo con él, y declararle mi amor eterno.

Entiendo perfectamente esa anécdota. Lo de el protagonista masculino de la novela de @LourdesTello también lo he sufrido yo, aunque por otros motivos que vosotros y Lourdes ya conocéis y que no dejan de ser curiosos, pero lo que en realidad me interesa es, en tu caso, ¿cómo te animaste a organizar y/o participar en Lecturas Conjuntas?


Viendo un directo de Pilas de libros, me pareció muy interesante y divertido, y ahí que fui. Luego descubrí a @Antonella_en_letras y hasta hoy. A organizarlas me animé porque lo hago con Pilas, en nuestra aerolínea Pilasrosiles porque posiblemente yo sola no lo haría, soy demasiado caótica para organizarlo.

Me parece muy interesante eso de la aerolínea de Pilasrosiles algo que me indica que te gusta tanto viajar como leer. A fin de cuentas, siempre digo que, a falta de viajes siempre tenemos un buen libro. Pero siguiendo el hilo de esta entrevista, ¿qué es lo que te guía para elegir un libro o descartarlo a la hora de su lectura?


El autor, género, la portada, la sinopsis. Si conozco al autor voy a tiro fijo, no leo sinopsis y la portada me puede parecer mejor o peor, pero me da un poco igual. Si estoy paseando y una portada me llama, normalmente se viene a casa conmigo, ¡menudas mierdas he comprado con ese criterio!, por eso, cada vez más, intento leer la sinopsis. Otro caso es que conozca al autor, no a su pluma, entonces suelo dejarme guiar por las sensaciones, y no suelo equivocarme. Es decir, muchas veces leo catástrofes que estaban ya anunciadas. Pero otras, me devuelven la fe en la literatura, ¡qué maravillosas esas veces!

Todos tenemos ego es algo que nos ayuda a sobrevivir porque está muy ligado a la autoestima, el problema es cuando el ego afecta tanto que no admitimos ni la más mínima crítica. Pero ojo, no hablo de críticas relacionadas con el gusto sobre un tema tratado por un autor, para eso los colores, siempre se ha dicho. Vamos a madurar y pensemos en una crítica relacionada con la técnica, algo que cualquier que se llame escritor debería conocer un poquito antes de lanzarse a publicar o escuchar a alguien que tenga idea el en tema para que lo aconseje. Por lo tanto mi pregunta en este caso sería, ¿qué dificultad te supone comentar tu opinión sobre los libros que lees a la hora de publicarlo en las redes?

Primero, soy una persona con sus gustos, su criterio y como todas las opiniones, la mía es subjetiva. Normalmente solo opino sobre aquello que me gusta, o creo que tiene una mínima dignidad, lo que no, directamente lo ignoro. En ese sentido, no he tenido problemas. Ahora bien, cuando de lo que hablamos son obviedades irrefutables, faltas de ortografía, tramas que nunca se cierran, anacronismos… Aspectos demostrables. Siempre intento hablar con el autor en privado, y la verdad es que casi nunca he tenido problemas. El problema viene cuando te ponen en duda, cuando cuestionan los argumentos, es entonces, cuando llegan los problemas. En ese momento, y por arte de magia, dejas de ser un hadita de los bosques y te conviertes en la bruja que hiere y humilla sin piedad. Y la verdad, ni soy un hada ni una bruja. Intento ser fiel a mis principios y nunca traicionar a mi amor y respeto hacía la palabra escrita.

Creo que de esos casos que comentas sobre las críticas a la técnica a la hora de escribir y carecer de ella tengo algunos en mente en estos momentos, pero en tu vida como lectora, que no deja de ser lo que en realidad nos interesa,  ¿has leído algún libro y has pensado que mejor no opinar sobre él? ¿Cuál ha sido el motivo si te ha pasado?


Unos cuantos, como te decía y el motivo de no opinar sobre ellos es simplemente, que no me merece la pena perder tiempo.

Estos meses han sido difíciles para muchas personas, pero tenemos grandes esperanzas para el 2022, ya que te veo una persona positiva igual que lo soy yo. Tras ponernos en situación, ¿cómo valoras tu experiencia en estos meses del 2020-21 en los que has opinado sobre los libros que has leído? ¿Qué ha sido lo que más te ha gustado? ¿Qué ha sido lo que menos?


Maravillosa, este mundo no solo me ha permitido conocer autores con una calidad increíble y descubrir historias brillantes. Incluso compartir momentos literarios geniales con otros lectores, aunque suene cursi, ñoño, o como lo quieras llamar, pero estos momentos me regalan vida, y su valor para mi es incalculable. De todo, si he de elegir, me quedo con mis opinionistas, me quedo con mi Sindicato.
Obviamente también tiene su parte negativa, podría decir que las «pseudomafias» de palmeros y bailaores, de las que se rodean muchos «autores», es lo más feo que he encontrado. Pero hay algo más feo y que me entristece mucho más, y es el daño que hacen estos «autores» a la literatura, porque a fin de cuentas con su actitud la infravaloran, la desprestigian y la pisan… No señores, aunque Amazon lo afirme, no todo el mundo puede escribir. No todo el mundo tiene derecho a llamarse autor.

Incidiendo un poco más en lo que nos está tocando vivir que es un poco complejo, pero te veo una gran luchadora que busca siempre estar en activa. Mi siguiente cuestión sería orientada a, ¿qué proyectos tienes cara a este 2022?


El proyecto más importante, es tirar hacia delante con el Sindicato, que ya inició su rodaje, para expresarnos, dejar constancia de qué somos y qué creemos. Interactuar, comentar, reír, disfrutar
En el plano personal, voy a intentar empezar a decir NO.

Es cierto que para personas que son muy empáticas el decir que NO es complejo y al final acabas cayendo en la trampa de: mientras a todo digas que sí, eres maravillosa pero como falles una sola vez, ya eres, como comentaste más arriba la madrastra de blancanieves o la bruja Maléfica del cuento. Por lo tanto, teniendo en cuenta que eres humana y no puedes dividirte en cinco para atender a todo el mundo. ¿Cómo es tu día a día como lectora que opina sobre lo que lee en las redes? ¿Tienes horas determinadas para la lectura? ¿Apuntas lo que te interesa de lo que lees? ¿Esperas para acabar y rápidamente das tu opinión?¿Lo dejas reposar y cambias de libro?


Soy un caos, nada metódica, además tengo dos terremotos en casa. No puedo, aunque pudiera creo q tampoco lo haría eso de fijar un tiempo a leer. Sí, es verdad que, me gusta levantarme temprano, antes que los demás para leer y tener mi tiempo. Aunque a  veces ni así lo consigo.
Cuando leo, siempre lo hago con boli y liberta cerca, me gusta anotar citas, aspectos curiosos, sensaciones, cualquier cosa que me transmita el libro. Siempre vuelco todo al acabar, lo hago así para no perder en el camino alguna de las vibraciones que me haya transmitido.

Como hice a tu compañera @Pilasdelibro, te animo a que rellenes esa pregunta o comentario que en un momento dado a mi se me puede haber quedado en el tintero y a ti te gustaría poner en este espacio que te cedo con total libertad para que expreses lo que tú quieras. ¿Qué esperas de un libro y su autor cuando llega a tus manos?


Espero respeto: hacia el lector, hacia la literatura y hacia la profesión.
Cuando un autor niega a los clásicos, simplemente, debería existir la pena de cárcel para ello. O cuando este mismo culpa al lector de no entender aquello que él no ha sabido explicar, me parece ridículo.
Un libro sin corrección, directamente es un robo de tiempo y dinero, al lector. Y quién lo aplaude, se convierte en cómplice.
Es cierto que hay lectores y lectores… Pero esto es un tema que nos daría para, como mínimo, otra charla.
Para acabar, gracias Gaby, por la oportunidad, un placer conversar contigo siempre.

El placer ha sido mío porque sabes que soy una persona muy curiosa y que me gusta analizar todas aquellas cosas que hay en mi entorno y me producen interés. Tengo otro amigo que un día me dijo que conservo muy bien ese espíritu curioso de los niños y fue uno de los mejores piropos que me pudo decir con la edad que tengo, 54 años. Muchas gracias por prestarte a este experimento que espero le guste a mis lectores habituales. Y mucha suerte con el Sindicato.

Opinión

Entrevistando a una lectora: @Pilasdelibros

Una de las mejores cosas que he vivido en este 2021 ha sido el contacto con lectores ya fueran en eventos en directo, tanto los que tuve en el mes de octubre en Valladolid, Zamora y León, como aquellos que se llevan realizando desde hace tiempo de forma virtual en las redes sociales. Y hoy precisamente quiero presentaros a una gran lectora que he conocido en las redes para que sepáis un poco más de ella y como se desarrolla su día a día detrás de su nombre de guerra: @Pilasdelibros.

Lo primero que llama mi atención es el perfil de nuestra protagonista de hoy. ¿Cómo surgió el nombre con el que se te conoce en las redes? Porque, normalmente, detrás de nuestros perfiles en las redes sociales siempre hay una historia que contar.

Anteriormente, por falta de espacio. Carecía de estantería suficiente para la cantidad de libros que tenía en aquel tiempo. Al principio quería ponerme Piladelibros, pero ya estaba cogido en Instagram. Y el nombre de piladasdelibros no me gustaba por lo que al final me quedé con el nombre con el que me conocéis a día de hoy.

Muchas veces damos por hecho que los grandes escritores de la actualidad, cuando eran pequeños, ya despuntaban en lengua y expresión escrita y que los lectores que hoy disfrutan mucho de los libros han sido ratones de biblioteca toda su vida. En tu caso, ¿siempre te ha gustado leer o es algo que ahora haces más a menudo gracias a los libros electrónicos?

No siempre. Para que veas las vueltas que da la vida, en mi época estudiantil no me gustaba nada leer, lo hacía por obligación. Hasta que en el 2013, tras leer un libro entero, acabé iniciándome en este gusto por la lectura. Desde ese día no paré de leer, pero esta vez porque me encantaba.

Sé que hay una gran variedad de géneros literarios, pero en lo que a ti respecta, ¿tienes alguno que te guste más leer? ¿Cuál es? ¿Qué género nunca te has leído y no tienes intención de leer?

Sí. El género que más me gusta es el romántico y el thriller, el que nunca he leído y no me llama la atención es la ciencia ficción.

Uno de los siguientes pasos a los que llegan, a veces, algunas lectoras es a compartir sus opiniones en las distintas redes sociales e incluso se llega a crear un perfil o lo que llamaríamos entre los escritores, un seudónimo desde el cual compartes lo que has sentido a la hora de finalizar un libro y así llegamos a la cuestión de, ¿qué te motivó a opinar sobre lo que lees y subirlo a las redes sociales?

Yo no conozco a gente de mi entorno que le guste la lectura como a mí, por lo tanto no tenía a nadie con quien hablar de libros. Y así un día, descubrí el mundo bookstagram por casualidad y me pareció un buen método para conocer a gente con esta misma afición.

Pero claro, el entrar en el mundo de los lectores, escritores y bookstagrammers supone hacerlo en un mundo complejo donde, es posible que, expresar tu opinión conlleve choques con otras personas que no opinan lo mismo que tú. ¿Qué es lo que más te gusta de tu contactos con otros lectores y escritores? ¿Qué es lo que menos te gusta de esa relación directa con lectores y escritores?

Lo que me más gusta es cuando hablo con los lectores, o el mismo autor, de ese libro de cuales han sido mis impresiones en privado: teorías, opiniones o en plan marujeo, mezclando la ficción con la realidad. Un ejemplo sería: “que fuerte lo que Fulanito ha hecho a Menganito”. Lo que menos me gusta es, quizá, cuando hay algo del libro que no te gusta desde un principio y lo comentas con un lector o el mismo autor. Hay unos que aceptan mi opinión con respeto y hay otros que intentan convencerme para que me guste. Si algo no me gusta, no me gusta.

El estar en relación directa con lectores y escritores supone que surjan historias dignas de contar, algo que me causa curiosidad y de ahí mi pregunta, ¿qué anécdota curiosa has vivido al relacionarte con los autores tan mano a mano?

Esta anécdota es un poco ridícula. Recién había acabado de leer un libro, con un final trágico de estos que hacen llorar con gimoteos, le mandé un audio a la autora felicitando por el libro. Con mis lloros se dio por enterada cómo me había dejado ese libro.

El mundo de las LC (Lecturas Conjuntas) es una versión muy parecida a los clubs de lectura virtuales y presenciales, ya que se comenta la novela leída en grupos de chat y hay un organizador que dirige la charla, aunque se tienda hacerlo en un ambiente distendido y como ha dicho anteriormente nuestra entrevistada, sacando de la chistera teorías sobre los siguientes pasos de los protagonistas o sobre su actitud durante el desarrollo de la historia. En tu caso, ¿cómo te animaste a organizar y/o participar en Lecturas Conjuntas?

Fue cuando participé en la primera. Me gustó la experiencia de comentar los hechos de los personajes como si fuera una película o estuviéramos hablando de personas de nuestro entorno que he seguido participando en esa dinámica.

Ya sea para leer solo por gusto o leer con la idea de subir tu opinión y compartirla en las redes sociales, ¿qué es lo que te guía para elegir un libro o descartarlo a la hora de su lectura?

A la hora de elegir un libro, cuando no conozco a la autora, sigo mis tres puntos:

1.- un género que me guste.

2.- la portada.

3.- la sinopsis.

Volviendo a la cuestión de la crítica constructiva y al tema de la dificultad de expresar una opinión con libertad, puesto que ya que he comprobado, en estas mismas redes, que a los escritores nos cuesta mucho aceptar nuestros propios errores, incluso por privado, ¿qué dificultad te supone comentar tu opinión sobre los libros que lees a la hora de publicarlo en las redes?

Mi dificultad es intentar expresar una opinión sin ofender al autor. Poniendo lo negativo, pero orientando mi crítica hacia “como me hubiese gustado a mí” verlo escrito. Todo con respeto y en forma de sugerencia para mejorar en un próximo libro.

Hay veces que esos casos son muy claros, y tengo algunos en mente en estos momentos, pero en tu vida como lectora, ¿has leído algún libro y has pensado que mejor no opinar sobre él? ¿Cuál ha sido el motivo si te ha pasado?

Sí. Fue un libro que encima lo había comprado en digital. Podía haberlo cogido en Unlimited y devolverlo. Lo hice sin pensar. No llegue hacer una reseña, porque como lo había comprado, no tenía la obligación de opinar. El motivo fue la trama. Veía causas muy machistas en la que la misma autora contaba la historia como que el hombre es el que manda por llevar los pantalones y que la mujer tenía que hacer lo que él quisiera, hasta incluso pedir permiso para ir a sitios.

De ese tipo de tramas me he encontrado muchas veces y trato de huir de ellas, pero sigamos con tan interesante entrevista.

Estos tiempos han sido difíciles para muchas personas, pero también es cierto que todas las personas no se ha enfrentado por igual a los retos que, tanto 2020 como 2021, nos han puesto sobre el tapete. Tras ponernos en situación, ¿cómo valoras tu experiencia en estos meses del 2020-21 en los que has opinado sobre los libros que has leído? ¿Qué ha sido lo que más te ha gustado? ¿Qué ha sido lo que menos?

Yo llegué a este mundo bookstagram en marzo 2021 y puedo decir que ha sido y es la mejor experiencia de mi vida. Lo que más me ha gustado, fue cuando una autora a la que admiro me preguntó ¿te gustaría organizarme una lectura conjunta?

¿What? ¿Yo? ¡Sabe que existo!

La que menos me ha gustado fue cuando un autor autopublicado me pidió que le hiciera una reseña de su libro, sin leerlo, con el fin de ganar una gran cantidad de opiniones. Me negué y pasé de leerlo.

What!!!!!

Ahora hablemos un poquito del futuro porque, aunque sé que hacer planes es un poco complejo, el ser humano necesita tener expectativas y motivos por los que seguir levantándose todas las mañanas. No solo vivimos para trabajar y ganar dinero para comer. Por lo tanto, ¿qué proyectos tienes cara a este 2022?

En este 2022, aparte de mis futuras iniciativas que aún están por organizarse en mi cuenta, puedo contar, sin hacer mucho spoiler, que tengo un proyecto con el “Sindicato de opinionistas” que muy pronto se estrenará y otro, del que aún no puedo decir nada, porque se están barajando las ideas.

Sé que te ofrecieron la opción de escribir un libro sobre tu experiencias como opinionistas y a mí me pareció una idea estupenda, con independencia de que en sus inicios surgiera como una broma el 28 de diciembre pasado. Si esa es la carta de la baraja que tienes entre manos, yo te animo a jugar la partida porque a juzgar por lo que cuentas en esta entrevista y lo que callas puede ser un libro muy interesante. También tengo la información de que sería un libro escrito a tres manos, algo complejo pero no imposible y que ya hemos visto en alguna que otra novela.

Pasando a una siguiente cuestión, y que está muy relacionado con el comentario que he hecho con anterioridad y es un tema que me interesa mucho sacar a colación, ¿cómo es tu día a día como lectora que opina sobre lo que lee en las redes? ¿Tienes horas determinadas para la lectura? ¿Apuntas lo que te interesa de lo que lees? ¿Esperas para acabar y rápidamente das tu opinión?¿Lo dejas reposar y cambias de libro?

Aparte de mi rutina personal, en mis ratos libres donde me pille suelo leer, redactar opiniones, preparar futuros post y pensar nuevas ideas. Suelo leer a ratos, pero mi hora fija es por las noches. Dentro de mis costumbres hago captura o foto con el móvil de lo que más me llame la atención de esa lectura. Siempre escribo la opinión según acabe de leer un libro. Tardo en publicarla, sí, pero las opiniones siempre son recientes tras finalizar el libro.

Llegando al final siempre hay algo que se me pueda haber quedado en el tintero, por eso te doy la oportunidad de si hay alguna pregunta que no te he hecho o comentario que te gustaría añadir y que pienses que pueda venir bien para completar esta entrevista, lo añadas ahora si te apetece.

Puede que no sea importante, pero quiero hacérmela 👉 : en las colaboraciones con autores: ¿Eres de las que pides colaboración a un autor o prefieres esperar a que te la pidan?

Solamente las hago con autores que me pidan colaboración. No me gusta pedirlas con el fin de tener libros gratis para luego venderlos por wallapop o regalarlo en cumpleaños, algo que he visto en las redes.

Pues hasta aquí ha llegado hoy mi entrevista a la compañera lectora @Pilasdelibros que ha expresado con libertad lo que pensaba y que yo solo me he limitado a dejar este pequeño hueco en mi blog para que me cuente sus experiencias. Os recomiendo que sigáis en Instagram donde podréis ver de cerca su labor e imagino que os irán llegando noticias de sus nuevos proyectos. La semana que viene otra nueva lectora, si se anima, pasará a formar parte de esta tanda de entrevistas en mi blog.

Opinión

¿Qué busco como lector?

Uno de los refranes favoritos de mi abuela era el de: habiendo días enteros, no hay porqué coger medios. Yo eso lo aplico a la lectura viniendo a decir que habiendo buenos autores, para qué coger mediocres. Aunque el concepto de mediocridad, en un mundo actual donde se pone como valor en alza el “yo me lo guiso, yo me lo como”, es complejo de definir. Intentaré explicar a lo largo de esta entrada un poco mis experiencias este año pasado con este asunto de lo anodino que está muy enraizado en la sociedad actual y donde la búsqueda de la excelencia parece que pierde puntos en un mundo donde lo inmediato y el usar y tirar todavía es un valor que pesa mucho en nuestro día a día pese a las campañas de reciclado.

Juan Gómez Jurado tiene una frase que me encanta y que nos dice lo siguiente: cuando estés tan lleno de literatura de la buena que reboses, ponte a escribir la tuya. Unas palabras que aplico a mi vida diaria como autora. Además, a esas palabras, añadiría el que también reboses de experiencias vitales. Esta breve reflexión también es achacable a un buen lector y así de primeras puede que no entendáis a que me refiero, pero es algo que trataré de haceros comprender porque es muy sencillo poniendo algunos ejemplos que me han llegado a lo largo de este año.

Para que un lector distinga si un libro es bueno, o no, previamente tiene que haber leído mucho y con unas miras muy amplias de géneros y autores a lo largo de la historia de la literatura y/o haber visto mucho mundo. Porque si no se conoce, no se sabe y no se puede comparar sin tener ningún elemento para hacerlo, con lo que nos meten gato por liebre con mucha facilidad. Eso es un hecho que es aplicable tanto a autores como a lectores porque para hablar de calidad literaria hay que conocer, como cualquier otro producto, lo que hay publicado en el mercado y no hablamos de gustos, algo en lo que siempre incido, sino que hablamos de técnica. Un libro puede no gustarnos pero estar perfecto en sintaxis y ortografía, corrección y maquetación, tener una trama bien hilada y carecer de anacronismos de espacio y tiempo. Ahora en una persona con un nivel cultural medio, que se dé el hecho contrario ya me parece más complicado. Imaginaros que os ponen unos estupendos productos de calidad por delante de carne, pescado, verdura, pero están crudos. Aunque sean de una calidad excelente dudo que sea de vuestro agrado. Y eso pasa con algunas de las novelas que he leído a lo largo del año, les falta punto de cocción.

Hay veces que otros lectores me cuestionan que como es posible que haya a quién les parecen maravillosos ciertos libros que no cumplen con unos estándares medios de calidad, que he nombrado un poco más arriba, y siempre les digo que  hay dos opciones:

  1. Que su nivel de lectura sea tan bajo que no identifiquen la calidad, porque la desconocen, ya que se han movido en unos círculos muy limitados de publicaciones y no pueden comparar.
  2. Que desconocen el cuento de “El traje del rey”. Una estupenda  historia donde un niño se atrevió a decir en voz alta lo que muchos veían pero no se atrevían a comentar: el rey va desnudo. Pues es este caso ocurre lo mismo, hay muy baja calidad literaria, pero nadie se atreve a decirlo y se va acumulando y ahogando a los que de verdad son libros de calidad.

Y ojo, no estamos hablando de una falta de ortografía puntual si no de páginas llenas de ellas y de problemas de sintaxis que cualquier persona con un poco de nivel cultural debería de identificar porque, ya en España, ser analfabeto funcional con 30 años es casi un insulto, teniendo como tenemos redes e internet al alcance de todos en nuestros móviles y siendo la enseñanza básica gratuita.

Un lector medio, no tiene por qué saber que en el siglo XIV no existía el empoderamiento femenino y una mujer jamás discutiría abiertamente con sus padres sobre la conveniencia de casarse o no con el hombre elegido por su familia, pero ese lector sí debe de ser capaz de identificar errores como:

“visitamos muchas cosas como la Pizza San Marcos” “se vuelve erradica” “dice hiendo hacia las escaleras” “imaginaos insinuó la idea pagar a medias”

Todo esto se solucionaría con una persona que fuera una buena correctora o alguien que le aconsejara al autor que profundizara más en sintaxis y ortografía además de utilizar un corrector básico y que todos juntos conseguirían dejar el texto de la siguiente forma:

“Visitamos muchos lugares como la Piazza de San Marcos” “se vuelve errática” “dice, yendo hacia las escaleras” “imaginaos que insinuó la idea de pagar a medias”

Un lector tendría que saber distinguir entre un libro bien escrito y con calidad de otro que no lo es y, no creo, que habiendo tan buenos escritores a la gente que le gusta la lectura le apasione adquirir productos que carecen de calidad. En mi caso, con el poco tiempo que tengo y la cantidad de cosas que me quedan por conocer, nunca volvería a visitar un lugar donde la calidad no fuera buena y lo mismo me ocurre con autores que no cuidan de sus libros, que tampoco los volveré a leer, porque lo que da la sensación es que les importan poco los lectores. Aunque también he llegado a pensar que sus lectores no son capaces de identificar esos errores como tales porque su nivel es muy bajo o que nadie tiene el valor de ponerle el cascabel al gato y decir abiertamente a esa tipo de autor que o se gasta el dinero en condiciones en correcciones de calidad o que el que se ha gastado ha sido una estafa. Claro que también hay mucho sordo que  no quiere oír algo que repercute de forma negativa en el mercado literario, porque tropezamos con gente que no evoluciona y saca libros a medio cocer. Que no os estoy hablando del primer libro, sino ya de una amplia lista de publicaciones en su haber.

Otro detalle importante para un lector es que sepa identificar que lo que hoy en día se denomina un libro de lectura ágil o rápida, puede ser en realidad un libro simple, sin fondo y una forma esbozada como un boceto al que incluso, no lo podríamos llamar ni borrador. Eso se identificaría muy bien con el siguiente ejemplo, ya que no es lo mismo decir:

“Cuando Pedro murió, me sentía miserable”.

O escribir lo siguiente:

“Aunque viva mil años nunca olvidaré lo completamente sola que me sentí tras la muerte de Pedro. Aunque los meses fueron pasando, no era capaz de apartarlo de mi mente: todas las cosas me recordaban a él. Creí que nunca lo superaría.”

Puede parecer lo mismo, pero eso es lo que diferencia a un buen escritor de uno que se limita a narrar hechos y situaciones. Y a su vez eso es lo que ayudará a distinguir a un lector si el libro que tiene entre manos es bueno o una mera columna casi periodística o el boceto sin apenas trabajado en profundidad que he mencionado con anterioridad. Obviamente un libro puede ser sencillo y estar bien escrito pero en este caso me refiero a aquel tipo de narración al que se le suma esta simpleza narrativa, con los errores gramaticales y ortográficos anteriormente citados, y que es ahí cuando comienza a gestarse la catástrofe sino se toman medidas.

Como lectora cuando me encuentro este tipo de publicaciones, suelo tomar algunas decisiones. Si son errores leves pues me leo otra novela del autor porque nadie nace sabiendo y, precisamente, en esa primera novela es dónde se cometen más fallos por ser noveles, por lo tanto le doy una segunda oportunidad. Pero si el autor no muestra signos de mejorar no le doy una tercera, porque el mercado es muy amplio y aunque lo conozca tampoco pienso ponerle el cascabel al gato porque si sus propios lectores beta o su corrector no ha sido capaz de avisar de los errores o incluso si se lo han comentado, no ha querido cambiarlo, ¿para que gastar mi tiempo y mi humor en hacérselo ver? Entonces diréis, ¿y está entrada para que nos sirve? Pues tal vez para evitar que paséis malos ratos, perdáis vuestro tiempo, si de verdad os interesa una literatura de calidad, y sepáis separar la paja del grano. Que todo junto creo que no es poco.

Opinión, sentimientos

La semana de los buenos propósitos

Sí, en efecto, estamos en la semana de los buenos propósitos. Estos son los días en la que abrimos nuestras agendas, recién regaladas el día 25, para apuntar todos aquellas buenas intenciones con las que queremos decorar nuestra vida en los próximos 365 días del 2022. Pero tal vez el problema está en que sea eso, solo una mera decoración y no asumamos de verdad esas ideas tan maravillosas que nos surgen ahora que estamos imbuidos del espíritu navideño. Toda la entrada me ha venido inspirada por un comentario que ha hecho mi buen amigo Haim Casas sobre lo dura que es esta última semana del año, al tener que darle vueltas en nuestra cabeza a la idea de ser mejores cara al año que viene, y al final me ha salido algo mucho más largo de lo que me esperaba.

Os puedo poner una larga lista de propósitos que pueden seros útiles, igual que otras veces os he puesto recomendaciones literarias, pero una cosa está clara, no sirven de decoración como los libros en una estantería. Si verdad lo queréis hacer reflexionar de verdad de si ese propósito es asumible, alcanzable y abarcable, ya que muchas veces nos ponemos metas que ya sabemos que son imposibles, por los motivos que sean, de realizar y luego pasan dos cosas, nos frustramos y nos cabreamos con la humanidad, como si el resto del mundo tuviera la culpa de que no hayáis elegido o calculado bien.

  1. Revisa si aquello que realizas a diario realmente te gusta y va a llevarte a las metas que te has propuesto. Porque ir para nada, es tontería.
  2. Comenzar y terminar todo aquello que has procrastinando (aplazado) por años. O reflexionar sobre la necesidad de tenerlo en tu lista, lo mismo es algo que en realidad tu mismo subconsciente piensa que no te va a valer o no lo vas a poder hacer y por eso mismo siempre lo acabas aplazando.
  3. Hablar con esas personas con quienes dejaste de hacerlo porque algo en la relación generó molestia. Tenemos la costumbre de enrocarnos y pensar que la culpa es solo del otro, cuando lo mismo el error es por ambas parte. Si después de intentarlo las cosas no mejoran, que por lo menos que por ti no haya quedado la duda.
  4. No hacer dieta, empezar a comer de manera adecuada lo que te permite generar hábitos a largo plazo y no resultados inmediatos que empeoran con el tiempo. El cerebro es muy cabrón y basta que digas o le insinúes la palabra dieta para que automáticamente se te antoje todo aquello que no debes de comer. Mejor es hablar de: voy a comenzar a comer sano. Así el cerebro es más feliz y tu acabarás sintiéndote mejor.
  5. Tomar la decisión de acabar con esa relación tóxica que te ha venido atormentando en el último tiempo y de la cuál por miedo, soledad, abandono, presión social, dependencia económica o dependencia emocional, no has podido salir. Esto también otro ir para nada, es tontería. No hablamos de personas que no aporten, si no de personas que lo que aportan son energías negativas o incluso acaban absorbiendo las energías positivas que tenemos. Pero analicemos bien todo, no sea que en realidad, la personas tóxica seas tú.
  6. Ahorrar el 10% de tus ganancias, secretos, pensamientos, gustos, necesidades y tiempo para ti. A veces nos mimamos poco y tenemos que ser un poco egoístas con nosotros mismos pero ojo, sin caer en el egocentrismo y pensar que somos el ombligo del mundo y todas las personas que están a nuestro alrededor están a nuestro servicio.
  7. Si tu salud se está afectando por falta de cuidado, entiende que el cuerpo no va a ser el mismo siempre, se desgasta, cansa y envejece. Es el momento de cuidar de ti. Asumir que la edad no perdona es algo que deberíamos de trabajar todos los días cuando nos levantamos. Pensamos que somos inmortales y va a ser que no.
  8. Romper el paradigma de la estética en donde creemos que la belleza está en los demás y asumir que tenemos nuestra propia belleza. Tenemos que conocernos bien y fomentar nuestras cualidades y limar nuestros defectos.
  9. Dejar de buscar desesperadamente esa pareja que va a darte la tranquilidad, estabilidad y amor propio del que careces. Si no te amas a ti mismo siempre serás un infeliz llegando incluso a retorcerte de envidia pensando que los demás tienen cosas que no se merecen.
  10. Aceptar que tu familia es como es, quienes cambiamos somos nosotros mismos para que cambie el mundo. Y si alguien de tu familia es tóxico pues no pasa nada, se asume también y te limitas a tratarlo educadamente y evitas un trato más habitual. Eso de que la familia no se elige es relativo, puedes no elegirla, pero tampoco tienes que aguantarla si es tóxica y afecta a tu salud.
  11. Buscar los deportes, artes, hobbies, prácticas que te interesan y dejar tiempo para ti mismo y  para hacer las cosas que te gustan. Todo aquello que hagas por ti mismo son endorfinas que te harán más feliz.
  12. No vuelvas a prometer cosas que no puedas cumplir pues al final lo único que consigues es frustrarte y cabrearte con la humanidad.
  13. Permite que por instantes de tu vida haya serenidad, viaja, toma tiempo para ver los pequeños detalles, eso que te parece cursi, inapropiado. A veces nos perdemos el maravilloso árbol que tenemos delante porque nos perdemos en el bosque. Los pequeños detalles son los que cuenta.
  14. Por favor no rompas corazones por no tener claridad mental, responde y has preguntas, es importante tener fundamentos con lo que se piensa y se quiere. Pero asume también que si te dicen las cosas fundamentadas cuando cometes errores es por algo y debes de aprender a usarlo para aprender. Ser humilde también es necesario.
  15. Escribe tus planes del año, dales una fecha y un procedimiento con tu propio lenguaje para que siempre lo tengas a mano y entiendas como lo tienes que hacer.
  16. Reconcíliate con las personas de tu familia con las que has dejado de hablar, no cargues conflictos ancestrales que degeneran en odios e indiferencias. Aunque si una vez que lo has intentado no ha dado resultado, tampoco te fustigues intentando año tras año. Hay cosas que no merecen la pena y en este tipo de situaciones el camino es igual de largo para ambas partes. Si la otra persona no quiere, por muy familia tuya que sea, no vale la pena.
  17. Cambia el lenguaje común de exageración, victimización, crítica, nostalgia, recuerdo del pasado, rencor, revanchismo, con el que puedes dirigirte hacia ciertos espacios de tu vida y la de los demás. El que continuamente quieres ser centro de atención con sus males y sus penas, que muchas veces son hasta falsas, acaba aburriendo y quedándose solo o sola.
  18. El perdón es un talento que se aprende de la formación emocional que se recibe en casa por lo tanto empecemos gestionando nuestro propio perdón y enseñemos a nuestros hijos a perdonar, se consigue mucha tranquilidad de espíritu y mejora el humor.
  19. NO conduzcas con agresividad, no por eso el tráfico va a ser mejor o vas a llegar más rápido, tus derechos deben ser validados con justicia, no con egocentrismo ni rabia y además te juegas tu propia vida junto con la de tus semejantes.
  20. Crítica menos a los demás por su forma de pensar, vestir, hablar o pensar. Actúa, sé parte del cambio, deja algo al mundo que se pueda apreciar. El mundo no puede estar hecho a tu medida exclusivamente, en el cabemos o deberíamos de caber todos.
  21. Recuerda dejar media hora al día para caminar, meditar, pensar, hacer ejercicio y reflexionar sobre si todo lo que estás haciendo es lo adecuado o tienes cosas que mejorar.
  22. No impongas el orgullo por encima del amor, si tienes una pareja dale amor, no te acomodes porque toca, no te acostumbres porque no hay opción, por miedo a la soledad o a no cumplir con la imposición de una familia perfecta. Intenta que tu vida emocional sea lo más equilibrada posible.
  23. Deja de esperar la felicidad y prometértela cada año. La felicidad son momentos que creas a tu parecer, ¡creala! y, sobre todo, piensa que la felicidad está en cosas muy pequeñas, en logros casi diminutos pero que a la larga harán una larga cadena de momentos felices que te acompañaran en agradables recuerdos durante toda tu vida.
  24. Retoma aquellas cosas que has abandonado y realmente deseas hacer pero siempre valorando que son cosas que en realidad te van a aportar bienestar y crecimiento personal.
  25. Que el propósito fundamental sea quererte a ti mismo, respetando tus principios y siendo fiel a tus creencias, modificando errores y defectos de carácter. Todo ello te hará ser más fuerte y aunque te dobles como el junco, no te troncharás porque tus raíces están bien asentadas en la tierra.
  26. Dejar los aparatos electrónicos en espacios de familia a diario, cenas, almuerzos, restaurantes, desayunos, reuniones, hijos, padres, pareja, amigos, mascotas, arte y céntrate en mirar al mundo con los ojos tuyos y de otros, no por medio de una pantalla.
  27.  Aprender a vivir en el presente sin proyectarse excesivamente en un futuro del cual no se tiene decisión, has lo que consideres correcto en estas 24 horas que te “pertenecen”. Y más hoy en día que con el bofetón de realidad que hemos tenido con el coronavirus hemos tenido que asumir que la felicidad, los logros y los planes se ajusta a un trayecto muy corto.
  28. Recuerda que el  dinero es relativo, no justifiques tus largas jornadas de trabajo porque tienes que ser exitoso o tienes obligaciones, no existe la manera de comprar amor o felicidad, no te pierdas momentos importantes en tu vida personal y la de tu familia. Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar.
  29. Lee libros, artículos, periódicos, ve películas, entrevistas, busca buenas fuentes que te puedan informar, no creas todo a primera vista. Busca las fuentes, se un lector crítico ya que el saber no ocupa lugar.
  30. Cuida de tu salud, acude a controles médicos, chequea tu peso y tus posibles riesgos porque eso a la larga tu cuerpo te lo va a agradecer.
  31. Aprópiate del lugar en el que vives, construye un hogar en donde quiera que estés, te pertenezca o no y vivas con quien vivas. Tu hogar eres tu mismo y va contigo a todos lados, no centres la felicidad en lo exterior, sino en lo interior que es lo verdaderamente importante.
  32. Recuerda que en un año no vas a ser la misma persona, plantea objetivos para que la vida no se te vaya soñando, no es malo soñar, pero con el tiempo puede generar frustración y eso conlleva mucha infelicidad para ti y para los que viven en tu entorno.
  33. Lo que sea que te propongas no lo dejes olvidado y no apuntes grandes metas porque el que mucho abarca poco aprieta, como diría mi abuela.

Espero que esta lista os sirva para algo pero sobre todo, yo lo resumiría en pocas palabras:

  • Cuídate y cuida a tu entorno.
  • Escucha todo lo que te digan, te guste o no, y saca una enseñanza de todo.
  • Apunta metas pequeñas.
  • Si haces felices a los que te rodean vas a ser más feliz y mejor persona.
  • Huye de la gente tóxica pero no identifiques solo al tóxico con el que te dice lo que no te gusta. Es más bien al revés, el tóxico está permanentemente chupando de ti.

Y con esto solo puedo desearos una estupenda última semana del 2021 y nos vemos ya en el 2022.