mis lecturas

Chicas e instituciones

Una nueva recomendación de lectura

Se acerca el 8 de marzo y el título de mi entrada es el de un libro que me he acabado de leer y que puede venir bastante al caso con la fecha que se conmemora esta semana. Se trata de el trabajo de la artista, poeta y gestora cultural Daria Serenko (Jabarovsk, 1993): Chicas e instituciones. Una mujer disidente y que por ello sabe bien lo que es una cárcel rusa, porque lo ha sufrido en sus propias carnes. Ha pasado por ella en varias ocasiones debido a su oposición al régimen de Vladímir Putin, ha sido perseguida y amenazada, han hackeado su teléfono y ha llegado a temer por su vida. Así fueron sus últimos diez años. El pico llegó en enero de 2022, poco después de que presentara su libro (Errata Naturae) —en él critica el sistema patriarcal y militarista ruso— en Moscú y manifestara sus presentimientos de que algo horrible iba a suceder. La tacharon de alarmista. Más tarde la detuvieron y se pasó dos semanas en el calabozo. En ella se aunan una seríe de reivindicaciones y luchas que chocan directamente contra la mentalidad del régimen actual que gobierna Rusia, donde se están fomentando unos valores muy tradicionales, que además se han convertido en la ideología oficial del estado. Y las feministas no encajan en esos valores ya que redefinen los conceptos de la familia e igualdad algo que supone una amenaza directa a este régimen putinista, donde además los opositores al régimen tienden a sufrir accidentes, sobre todo el de precipitarse al vacío desde ventanas. Nuestra autora ha tenido más suerte. Dos semanas antes de que los tanques entraran en Ucrania, estaba sentada en un cafetería del centro de Moscú firmando ejemplares de sus libros. En el de un amigo escribió la dedicatoria «Rusia será libre». Antes de que hubiera terminado el café unos agentes de paisano la detuvieron y su condena finalizó la madrugada del 23 al 24 de febrero. Al despertar su país estaba en guerra por lo que tuvo que hacer las maletas y viajar hacia el exílio. Sus campañas siempre se han desarrollado dentro del marco de la no violencia, pero está claro, como bien dice Daria: protegerse de la violencia recurriendo exclusivamente a la no violencia puede costarte la vida.

Entre las páginas de este libro vemos un retrato de esa realidad contada por quién lo ha vivido de primera mano y desde el mundo de la cultura, algo que en muchos países de los llamados democráticos se sigue utilizando, al igual que en Rusia, como una forma de lograr un discurso uniforme en el que la palabra igualdad no tiene mucha cabida. Vemos en la narración de esta autora la historia de mujeres, las chicas, que trabajan para el ministerio de cultura ruso y como sus vidas se reducen a ser un mero número. Donde poco a poco se les merma su libertad política y de expresión, en el que el miedo a veces se ahoga entre tragos de vodka y donde la más minima sospecha, incluso por haberse divorciado, puede suponer un antes y un después en sus vidas. Lo peor de todo es que este discurso no solo se escucha en Rusia. que a fin de cuenta no deja de ser una dictadura. sino que lo oímos en los argumentos de muchas personas, incluídos líderes políticos, en países en los que se supone que ya a inicios del siglo XX sus regímenes eran democracias parlamentarias y en los que se presume de que todos los individuos son considerados iguales. Pues parece que no.

Panorama en la actualidad

Por eso, aún hoy en día una mitad de la humanidad necesita tener que llamar la atención como mínimo una vez al año y explicarle a la otra mitad que las mujeres somos iguales que los hombres en las reivindicaciones que este día se gritan por la calle. A nivel intelectural la igualdad es patente y la necesidad de colaboración entre hombres y mujeres, estando ambos en el mismo plano, es algo que debería ser obvio en pleno siglo XXI. Un siglo, del que ya tenemos casi un cuarto de él gastado de tanto usarlo, en el que sigo oyendo discursos donde se ningunea, menosprecia y socaba la identidad igualitaria de una parte de los habitantes del planeta, justificando esta situación con comentarios de los más variopintos y todos ellos cargados de bastante mala baba. Lo que hace no solo no conocer la realidad sino negarla y empecinarse en querer hacernos comulgar con rueda de molino. Solo hay que coger cualquier libro de historia y podremos encontrar que a cada éxito alcanzado por un hombre, antes o después, lo mismo ha sido logrado igual por una mujer, lo que ocurre es que si ha sido antes se ha ocultado y si ha sido después se ha minimizado.

Pero lo que más me preocupa no es que exista esa discriminación sino que uno de los medios de mantenerla siga siendo un discurso mal desarrollado por parte de un sector de mujeres que no acaban de entender muy bien dónde está el problema. Y eso lo he visto incluso dentro del mundo de la literatura donde se siguen jaleando y justificando tramas tóxicas dentro de la narrativa en un género como el la romántica-erótica. Allí seguimos desarrolando discursos en los que el mal trato se envuelve de glamour y se disculpa con la frase: fue por amor.

Si en una novela de thriller al antagonista malvado se le dota de unas características que hacen que nunca se le justifique su maldad pese a que se pueda entender el origen de ella, me gustaría saber el motivo por el que se justifican en aras del amor los amores tóxicos, la manipulación, el acoso e incluso las violaciones, que se acepten porque el ejecutor de los hechos ha tenido un mal día o tiene un trauma de la juventud. A eso se le añade que el amor de la protagonista lo va a acabar redimiendo y curando, finalizanco con el falso supuesto de que comeran perdices, que bien podía ser otra cosa porque no me gusta la carne de caza, y todo el mundo se queda tan feliz. Y ese mecanismo de justificación se implanta de una manera muy efectiva entre la gente jóven y se va repitiendo como un manta de generación en generación sin que nadie atienda a la voz de alarma pese a que hay muchas personas que van avisando de esta realidad. Sobre todo cuando los casos de violencia de género van cada día en aumento entre la gente adolescente, lo que demuestra que el dinero gastado en campañas no está siendo muy efectivo.

No es que pida que se censure este género literario, como algún sector con pocas luces dice que queremos hacer aquellos autores y lectores que denunciamos este tipo de escrito, es sencillamente que se hagan lecturas guiadas entre la gente jóven y que no se acepte ningún tipo de justificación para ese tipo de actitudes tóxicas. Que al igual que se define a la perfección al personaje malvado de una novela, que se delimite eso mismo en los personajes que demuestran su amor de forma envenenada en las tramas. Que no demos pie a que personas sin formación adecuada, como muchos adolescentes y bastantes adultos, crean que si un novio controla mi móvil, es terriblemente celoso, me dice que la ropa que llevo es llamativa y fiscaliza con quien salgo o lo que hago es porque está locamente enamorado de mí. Eso es lo que se pretende y pese a que hay estupendos trabajos literarios de autoras de novela romántica y erótica, que logran desvincularse de estos postulados, todavía encuentros cientos de ellas (suelen ser mujeres, que eso es lo que más me asombra) que son jaleadas por miles de lectoras por sus tramas de celos, manipulaciones por parte del hombre hacia la mujer, maltratos físicos y psicológicos e incluso violaciones, de la que luego se le perdona, en aras del amor, al ejecutor del delito que acaba casándose con la sufrida protagonista.

Por eso pienso que es debido a los hechos vividos y narrados por Daria Serenko en mi lectura recomendada o a lo que se sigue viendo en la literatura romántico-erótica, lo que hace que días como el 8 de marzo sigan siendo necesarios en el calendario de la humanidad.

Si quieres saber más de esta autora y su libro os dejo una entrevista que dio a los medios debido a la publicación en castellano de su trabajo.

https://www.elconfidencial.com/cultura/2023-01-28/daria-serenko-feminismo-lgtbi-putin_3564777/

Y junto a esto os animo a acercaros el miércoles 8 de marzo a Algarve Libros en Jerez de la Frontera a las 19.30 donde participaré en la tertulia titulada: El papel de la mujer en los distintos géneros literarios. Allí os espero.

1 comentario en “Chicas e instituciones”

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