Cuando hablamos de géneros dentro de la novela, solemos hacerlo de los que nos parecen más complejos de escribir. Y ahí siempre he pensado que cualquier género narrativo, si se quiere que tenga una calidad y que lo haga destacar por encima del resto de trabajos del mismo género, debe de estar muy bien documentado, estructurado y plasmado, y por lo tanto todos pueden considerarse complicados. Para mí, que soy Licenciada en Geografía e Historia, tengo claro que es más complejo narrar una historia en un periodo histórico alejado de mi realidad actual. Pero como soy amante de los retos, no me voy a amilanar y por mi cabeza ronda la que será mi novela histórica a la que ya veo vislumbrándose en el horizonte. Pero claro, antes de tirarme de cabeza en la historia, que ya la tengo, tengo que saber primero que es o que no es una novela histórica, porque a cada persona que le preguntes, sea o no autoridad en el tema, te va a soltar una perorata de la que al final sacarás o no las características principales de lo que se considera como novela histórica.
Todo esto comenzó por la pregunta realizada por parte de una autora sobre qué se considera como novela histórica. Y yo, pese a tener mi idea clara, decidí buscar todo lo referente a ese tema que me pudiera ayudar a organizar, cara al futuro, mi primer trabajo en ese género. Y aunque ya he hecho una incursión en ese género pero como todavía no está publicado pensé que toda la información que me sirva para mejorar va a ser bienvenida.
La novela histórica según György Lukács (1936) nos debe “ofrecer una visión verosímil de los ambientes, tipos y paisajes de una época histórica preferiblemente lejana, de forma que aparezca una cosmovisión realista e incluso costumbrista de su sistema de valores y creencias”. Así, en la narración se utilizan hechos verídicos pudiendo ser los personajes reales o inventados, aunque priman los primeros.
Entre las principales características se encuentran:
- Sentido histórico de la época.
- Revitalización del pasado con una proyección pretendidamente realista.
- Carácter popular, entendido como el reflejo de la realidad social de la época.
- Preferencia de personajes cuya individualidad refleja un carácter medio o típico.
- Se da una consciente distorsión de la historia a través del anacronismo, las omisiones o hipérboles.
Durante la primera edición de Lit Con Madrid, celebrada en 2018 en el marco de la Feria del Libro de Madrid, León Arsenal ofreció una charla sobre “Cómo se escribe la novela histórica” en la que aclaró que “el escritor de novela histórica no tiene por qué dar una retahíla de datos”, en contraposición a lo que muchos piensan. Durante la charla, León quiso destacar también que “una cosa es la creación de una obra literaria y otra cosa es la industria. Y son dos cosas imprescindibles que debemos saber distinguir” en referencia a lo que quiere escribir un escritor y lo que requiere el mercado a través de las editoriales. En resumen, que tengamos claro que hay temas que no venden y otros que están tan trillados que se vuelven repetitivos y cansinos. Creo que fue una charla muy interesante y aunque al final derivó en una intervención en la que habló de todo, no solo de cómo escribir novela histórica, os la pongo a continuación porque de una manera muy didáctica nos ayuda a separar la paja del grano y a conocer la vida de un autor de novela multi género que me pareció muy interesante en su presentación, ya que toca todos los palos relativos a la realidad de la literatura hoy en día en España.
Cómo se escribe la novela histórica | Lit Con Madrid 2018 #LCM18 – YouTube
En los últimos años la novela histórica se ha convertido en la favorita de muchos lectores. Títulos como El espartano, de Javier Negrete, El regreso del Catón, de Matilde Asensi o La pirámide inmortal, de Javier Sierra, han batido récords de ventas. El secreto y la recomendación general es que tienen una trama que engancha, personajes creíbles, un estilo muy personal y dominar los pasos sobre los que se apoya el género. Si te has planteado escribir una novela histórica o eres aficionado al género y deseas conocerlo a fondo es importante tener en cuenta una serie de factores:
Primero hay que tener claro el tema. Qué es lo que se quiere demostrar con la novela. Ten en cuenta que las novelas históricas más exitosas han sido aquellas que, o bien han iluminado aspectos de la época o de los personajes, o han dado una versión más personal y verosímil de las que ofrecen los libros de historia, o han desvelado una parte oculta de una época.
Después toca decidir sobre qué acontecimiento histórico o personaje queremos escribir. En este caso, se suele dividir la investigación en tres partes: una primera introductoria cuyo objetivo es solo familiarizarse con la época (acude a libros de historia general). Una segunda sobre los hechos cruciales donde se ha de concretar alrededor de qué personajes y localizaciones va a girar la novela (consulta biografías, historias detalladas u obras escritas en la época).
Y una tercera de búsqueda de los detalles relevantes y del comportamiento de los personajes (lee aquí libros sobre la vida cotidiana, visita museos y consulta antiguos planos). Que ahí es donde muchos autores la lían al introducir incongruencias que destrozan todo el trabajo previo. Tenemos que tener en cuenta que una novela romántica que se desarrolla en la época victoriana no es una novela histórica, sencillamente es una novela, del género romántico, cuya trama se desarrolla en un periodo histórico de hace dos siglos. Aunque eso no quita para que el autor deba ser rigurosos con el vocabulario, las actitudes, las costumbres, el entorno, etc. y no introducir anacronismos, como he leído más a menudo de lo que me gustaría, porque acaba sacando al lector de la historia y el trabajo pierde credibilidad.
Por lo tanto en resumen, lo mas importante y destacado, para mí, es escribir una novela lo más rigurosa posible, sea en el periodo histórico que sea, con los hechos que se cuentan y que no todas las tramas que se desarrollen en el pasado nos indican que estamos ante una la novela histórica, pero no por ello desmerece la labor del autor si está bien trabajada y documentada. Por qué, lo que no cumpla esas premisas, ya entraría en el género fantástico.