Hace tiempo llegó a mis oídos la anécdota de un alumno de historia, que al responder en un examen de forma errónea, alegó en su defensa que lo había leído en una novela de una afamado autor de novela histórica. Surge así un gran problema cuando confundimos la Historia, con mayúscula, con la ficción histórica, sobre todo hoy en día que tenemos millones de fuentes para cotejar esa información. Pero, ¡ay¡ somos perezosos y alegamos cualquier pamplina para mantenernos en nuestras treces, defendiendo lo indefendible.
Ya llevaréis unos segundos pensando qué tiene que ver el título de la entrada de hoy con lo que os estoy contando y ya va siendo hora de centrar vuestra atención. Todo viene al caso porque lo mismo ocurre con estas dos figuras históricas de las cuales no soy fan y, es más, tengo que reconocer que cada vez que veo imágenes de uno y de la otra, se me erizan los pelos de la nuca.
No me puede resultar más contradictorio que ver a alguien con la camiseta con la cara del Che luciéndola con alegría en la marcha del orgullo gay. Año tras año localizó alguna y para mí se ha vuelto como el objetivo a la caza del que no tiene ni zorra idea de la historia. Lucir ese día la imagen de un personaje que se jactaba de pegarle un tiro a los homosexuales y que fomentó los campos de trabajo para reeducarlos y hacerlos personas de provecho, hace que pierda un poco más mi fe en el interés de la humanidad por saber.

Y llegados a este punto ya me toca hablar de Frida Kahlo. De ella me encuentro un amplio conjunto de productos publicitarios para promocionar su figura, unos con más fortuna que otros. Pero el que más me molesta es cuando aparece en el formato de cuento para que las niñas y niños la vean como un ejemplo de mujer ¿empoderada? ¿símbolo del feminismo? Permitidme un lapso para recuperarme de la risa floja, que me acaba de dar, mientras leéis el argumento por el que una editorial decide publicar un cuento sobre Frida.

No voy a negar la valía de Frida como artista, que destacó en el periodo histórico que le tocó vivir y que incluso hubiera destacado en la actualidad, pero de ahí a ponerla como ejemplo de vida para niñas y niños es mucho rizar el rizo. Yo recomendaría leer con profundidad su biografía ya que seguramente sorprenderá a muchos lectores.
Se habla de la relación de amor y pasión de Frida con el pintor Diego Rivera y de su tormento sobre todo en lo relacionado con su salud, cuando su principal tormento en la vida fue el propio Diego y la relación TOXICA, con mayúsculas, negrita y subrayado si fuera posible, que mantuvieron los dos. La manipulación que ejerció Diego sobre Frida, creando ese falso estereotipo de mujer indígena y que si yo fuera nativa y mexicana se me revolverían las tripas, fue un decorado cara a la galería y para aumentar las ventas de la artista.
Aceptando los consejos de su marido pasa el tiempo vestida como él quiere: de mexicana típica y sin depilarse las cejas ni las axilas. Rivera sabía hacer publicidad con sus productos: los vestidos largos y coloridos, los collares y las cejas cejijuntas forman parte de la imagen característica de Frida. Claro, a ella le gustaba vestirse a la europea pero, igual que la mayoría de las mujeres, por más Frida Kahlo que se sea, renuncia a lo que prefiere para darle el gusto al marido.
https://entretantomagazine.com/2013/03/07/historias-de-pasion-locura-y-muerte-diego-rivera-y-frida-kahlo/
El padre de Frida era alemán y su madre española, aunque el abuelo por parte de madre de Frida si era nativo americano, por lo que por sus venas la cantidad de sangre de habitantes autóctonos de México era mas bien testimonial. Aunque por supuesto considero importante su forma de poner en valor la cultura de su país y sus antepasados. ¿Pero era necesario doblegarse a la manipulación de Rivera? ¿Esa actitud debemos de ponerla como ejemplo sin que pase un filtro?
En su primera infancia la futura artista vivió en un ambiente de bonanza económica, fruto del ejercicio de su padre como joyero de la alta sociedad mexicana de la época y de su labor como fotógrafo. No vamos tampoco a desmerecer su gran afán de superación en donde muchos humanos habrían tirado la toalla, pero no sería el prototipo de mujer de la que hacer recomendaciones como guía y faro o ejemplo para los jóvenes de hoy.
El punto sórdido para mí del tema, se demuestra en frases que se encuentra en algunas de sus biografías que han sido desarrolladas por su familia como:
Ella manejó una relación pareja en la que los dos tenían los mismos derechos. Entonces al descubrir que Diego le era infiel, pues ella también se lo permitió. Más nunca lo vivió desde una sumisión”.
Romeo, nieta de Cristina Khalo
Para mí, sí fue sumisa y dependiente a todos los niveles en lo que se refiere a su vida sentimental. Otra cosa es que pese a sus limitaciones, mantuviera viva su presencia y su obra dentro de los círculos artísticos del momento en su país y por supuesto, nunca voy a discutir su gran aporte artístico a la sociedad de su tiempo y a la actual.
Junto al comentario anterior encontramos otros de su entorno donde se reflejan los verdaderos sentimientos de Frida, debido a las infidelidades de Diego, que contradice lo expuesto en el que se nos trata convencer de que no era una persona sometida:
Diego engañó a Frida con su hermana Cristina. Ante el dolor de la traición por sus dos seres queridos, Frida decidió irse de su casa.
De aquella época Frida dijo: “Han ocurrido dos accidentes en mi vida. Uno es el del tranvía; el otro, es Diego. Diego fue el peor de todos”.
No obstante, un año después se reconciliaron y, aunque la historia cuenta que desde entonces ambos comenzaron a tener múltiples parejas fuera de su relación, se menciona que Frida nunca dejó de sentirse mal por las infidelidades de su marido.
Si ponemos a Frida Kahlo como modelo de mujer para niñas y niños de hoy en día, como artista y mujer que lucho por superar sus limitaciones, tenemos el deber moral, a posteriori, de aclarar que en lo referente a sus amores tóxicos no fue tan buen ejemplo Si no lo hacemos, podemos crearles la visión de una relación normalizada pensando que, como ella consentía, era algo beneficioso cuando no lo es. No podemos coger un modelo humano y sin un filtro encajarlo en la educación y usarlo como referente sin más. Luego no nos extrañe si no se cumplen las expectativas educativas y entre la gente joven hay en la actualidad mas casos de violencia de género o de homofobia de los que debería de haber.
Para mí el Che Guevara no era un buen ejemplo de revolucionario ni Frida un modelo a seguir como mujer feminista y empoderada. Ya cada uno de vosotros que busque, compare y si encuentra algo mejor, que comparta.
De todos modos os dejo unos enlaces como pista para que quién tenga interés en saber más vaya tirando del hilo:
Las causas necesitan referentes. El problema viene cuando se deben construir esos referentes para llenar el hueco, eso siempre es un desastre, o cuando exigimos un cien por cien de coincidencia con la causa, que eso solo los santos y demás personajes de ficción.
Las personas tenemos mil facetas, unas «buenas» y otras no tanto. Así que aceptemos que no hay pureza absoluta más allá de la más tierna infancia.
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Por eso la moraleja de esta historia es que se investigue y nos informemos muy bien antes de poner este tipo de producto en manos de nuestros hijos.
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Estoy total y absolutamente de acuerdo contigo y, como tú, me dedico a buscar las franelas con la cara del Che en cuanta manifestación gay vea.
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