vivencias

Mi golpe de suerte

Muchas veces me preguntan qué cómo fue eso de publicar. Y, siendo sincera, tengo que decir que fue un golpe de suerte, pero claro, si eso no lo desarrollo, es normal que mis lectores no me crean. Porque es verdad que para que la fortuna te alcance, hay que estar en el sitio justo, en el momento justo y, que cuando abras la boca, digas lo justo para no liarla.

Pensad que yo vengo de una generación que solo había dos opciones: ibas de editorial en editorial con tu manuscrito bajo el brazo o te dedicabas a presentarte a todos los concursos de literatura que se pusieran a tiro. Un poco más tarde, surgieron los blogueros que empezaron a publicar en internet y así darse a conocer y tras eso, el siguiente paso que aparece fue la opción de auto publicar que como ya he explicado en otra entrada, no es lo mismo que autoeditar y en eso lo podéis leer en:

https://gabytaylor.com/2020/12/20/autopublicacion-o-autoedicion-las-cuatro-patas-de-mi-banco/

Pero no pensemos que eso de auto publicar es como el camino amarillo del Mago de Oz donde vas cantando una alegre canción y que es algo que facilita el nacimiento de una novela. Ojalá fuera así pero, como cualquier proceso, una cosa es la teoría que es muy bonita y otra la práctica y así me encontré en otro camino diferente que fue el que utilicé para alcanzar, lo que en mi caso, suponía publicar un libro y ser leído fuera de mi entorno de conocidos.  Pasado ya su tiempo puedo decir que ese camino de darme a conocer entre lectores anónimos, lo he superado con creces porque tengo lectores en sitios tan alejados como Japón o México y todo gracias a la posibilidad de la descarga digital de mis novelas, que es otra alternativa que ha venido a facilitar la difusión de muchas publicaciones y que también considero que ha venido a beneficiarme.

¿Dónde estuvo mi golpe de suerte? Pues en hablar del tema con quién sabía mucho de las aventuras de ser escritor, porque siempre he tenido la suerte de tener amigos y conocidos que desarrollan diversas actividades para ganarse la vida, por lo que tirando de agenda me puse en contacto con varios profesionales del mundo literario. Y de nuevo me encontré el trébol de cuatro hojas cuando coincidimos una editorial que estaba buscando a nuevos escritores, algo así como, blanco y en botella y además ellos tenían un objetivo que era que sus publicaciones cumplieran una serie de requisitos y siguieran una línea marcada previamente por la editorial-Y eso eran unos valores a la hora de trabajar muy acordes con lo que yo buscaba. No me digáis que eso no es tener fortuna. Y aquí se juntó el hambre con las ganas de comer y mi manuscrito fue valorado por la editorial con un informe de viabilidad junto con mi puesta en valor como escritora de forma favorable. Una puesta en valor que me presentaba como escritora de thrillers romántico eróticos e incluso novela histórica pero con unas características que marcaran diferencia con otros autores, aunque por supuesto sin devaluar el magnífico trabajo de muchos de ellos, ya que sabía que este es un mercado muy competitivo y saturado y hay que presentar diferencias con respecto a lo que ya está en las librerías.

Y así no pusimos en marcha naciendo la marca Gaby Taylor y mis dos primeras novelas.

Nadie dice que haya sido muy fácil, pero sí es cierto que gracias a Kaizen editores y a Fotolócar, todo el camino se ha ido allanando. Junto a eso, se han sumado pequeños golpes de fortuna, como el hecho de que hubiera muchos amigos interesados desde un principio, porque conocían ya mi forma de escribir a través de mi anterior blog de opinión y eso dio lugar aque lo que en un principio parecía una locura acabará transformándose en dos claros proyectos finalmente publicados y, hoy por hoy, con un pie en mi tercera novela finalizada que se desarrolla en Escocia y todo cargado de la misma ilusión que cuando comencé. Pero sobre todo, disfrutando de esos pequeños empujones que yo llamo golpes de suerte y que junto con un constante trabajo, día a día, me lleva a buen puerto. Me he pasado años que para conseguir algo he tenido que pasar por el proceso de alcanzarlo con «sangre, sudor y lágrimas» y por una vez esto no ha sido así, por lo tanto benditos tréboles de cuatro hojas

De todos modos una cosa que siempre hay que tener clara es que a Dios rogando y con el mazo dando, ya que la suerte se la hace uno a fuerza de mucho trabajo y siendo constante en el aprendizaje pero también a veces ese toquecito de buena fortuna no viene nada mal y, poco a poco, con casualidades o causalidades que todo vaya por buen camino es de agradecer. Por lo tanto nunca dejéis de luchar por lo que de verdad queréis conseguir y aunque sean unas palabras muy repetidas, en la mayoría de los casos el esfuerzo al final acaba dando su premio y yo soy un fiel ejemplo de que eso es verdad.

2 comentarios en “Mi golpe de suerte”

  1. Estoy totalmente de acuerdo…ese toque que es la suerte es que tenía ser para ti ese camino…no nos damos cuenta pero el destino nos empuja y nos pone las herramientas en el camino..sigue adelante y suerte muchas más ..besos

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